La historia de una persona fiel a si misma que es capaz de renunciar a todo menos a sus ideas. Algo que no está de moda en estos tiempos de braguetazos, felonías y superficialidades. En realidad no ha estado de moda nunca, de ahí que los/las indomables sean famosos/as. La película toma como motivo principal la personalidad y circunstancia de Rosa Luxemburgo, dejando el entorno histórico reducido a unos cuantos trazos maestros. Se supone que el espectador conoce los hechos principales de la historia de Europa durante el primer cuarto del siglo XX, Gran Guerra y Revolución Rusa incluídos. La narración va simultaneando imágenes de la heroína en prisión, con cuadros temporales que van mostrando la evolución ideológica y personal. Barbara Sukowa resulta convincente en su encarnamiento de la líder política, especialmente en las escenas de mítines e intervenciones ante los tribunales. Un dato a favor es la huída por parte de la directora del factor sentimental, para centrarse en la narración escueta de los hechos. Máxime cuando hubiera sido muy fácil hacer de la historia un melodrama que hubiera convertido el mensaje en algo banal. Por contra estamos ante un trabajo serio de divulgación histórica.