Muy entretenida película que promete en abundancia aquello que dice en el título. O sea, aventuras en el Sáhara. Yo la verdad no me explico que esta cinta juvenil tenga una nota tan baja y que en su momento se diera un batacazo impresionante en taquilla: 25 millones de dólares invertidos y ni uno y medio recuperados en los Estados Unidos. Supongo que tuvo que ser por un tema de distribución. Sólo se presentó en 344 salas. Admito que hay algunas cosillas un poco cutres, lo del bigote es delictivo, y que el final no me gusta pero por lo demás, tiene una historia muy atractiva y bien contada, que combina con mucho dinamismo la acción y el romance. Y si no os convence este argumento ahí el va el que debería haber llevado a las masas en tropel a los cines: Brooke Shields con 18 añitos, tan guapa que a veces da cosa mirarla. Se come la pantalla y nosotros nos la comemos a ella con los ojos.

El argumento de la película resulta del todo creíble y muy excitante, dada la bella protagonista. A esta chica todos la persiguen por el desierto y todos le quieren quitar la ropa. Yo diría que hasta los animales se mueren por hincarle el diente o la pinza o lo que sea. Dale (Brooke Shields) es llevada a la fuerza, sufre agarrones, es acosada sexualmente repetidas de veces, secuestrada, retenida, le tiran del pelo, le arrancan el vestido a cachillos, la enjaulan, la abofetean, le dan hasta latigazos, la echan a las fieras. Y más cosas aún. Qué más se puede pedir. Y ahora es voy a decir sus tres momentos más irresistible. El tercero, con el pañuelo rojo; el segundo, en la cascada bajo el agua fresquita, todo mojada, está tremenda; y el primero, siguiendo la regla de "cuanto peor, mejor", cuando está a punto de desfallecer en pleno desierto. Sudorosa, la cara colorada por el sol, rendida y exhausta, corta la respiración.