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Voto de Sandro Fiorito:
7
Drama "Santificarás las fiestas": Una Nochebuena, Ewa, ex amante de Janusz, lo busca para pedirle que la ayude a encontrar a su marido que ha desaparecido. Janusz se inventa una excusa para su familia y la acompaña. Sólo, al final, descubre que Ewa le ha mentido porque, incapaz de soportar la soledad, necesitaba pasar la noche con alguien. Tercero de los diez mediometrajes que constituyen el "Decálogo" y que están inspirados en los Diez Mandamientos. (FILMAFFINITY) [+]
14 de abril de 2010
31 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercer mediometraje de la serie de diez capítulos de sesenta minutos de duración que Krzystof Kieslowski realizó para la televisión pública polaca entre 1989 y 1990 basándose en los diez mandamientos.

Desde el argumento de este episodio, inspirado en el mandamiento "Santificarás las fiestas", director y reparto dibujan la Nochebuena vista desde la perspectiva de la soledad y la melancolía, mostrando la otra cara del festejo de una forma tan real como la más característica de tan señalada fecha. Las sonrisas, los villancicos y la muchas veces postiza sensación de unión son cambiados por lamentos, miradas que buscan compasión y situaciones desesperadas, vistas desde los ojos de Janusz (Daniel Olbrychski), un taxista que se dispone a celebrar la navidad en una plena armonía que se ve interrumpida al recibir una llamada a su casa desde el portero automático, a pesar del empeño del protagonista de aislarse (desconecta el teléfono de la línea) en esos momentos por completo del exterior. Abajo, ante ese portal de la característica urbanización de gigantes bloques de hormigón, le espera Ewa (Maria Pakulnis), un amor pasado que vuelve pidiendo ayuda ante la reciente desaparición de su marido.

Con todo, la película ofrece como ya he dicho la panorámica de la navidad desde otro punto de vista, en el que las calles desiertas y sólo acompañadas por la nieve, son para los solitarios y los que tienen que trabajar durante esas horas, destacando de entro todos los personajes que componen estos momentos la figura de un médico de urgencias somnoliento, los policías o la vigilante de seguridad de la estación. La atmósfera en la que se ve inmersa la película es inmejorable, apoyado esto por la buena fotografía de Wieslaw Zdort y Edward Klosinski, que consiguen trazar de manera natural el reflejo desolador e introspectivo que radian todos sus fotogramas.

El reparto dota de mayor credibilidad al ya de por sí realista argumento. Daniel Olbrychski y Maria Pakulnis empatan en calidad gracias a unas interpretaciones cargadas de gestos, miradas y excelente narrativa. Artur Barcis, ese simbólico extra que tan intrigado me tiene, vuelve a hacer su aparición estelar en uno de los momentos más impactantes de la cinta.

Como siempre, la buena aportación musical de Zbigniew Preisner engrandece el conjunto del mediometraje compartiendo la fuerza de sus notas al mismo nivel del argumento y las interpretaciones, no teniendo intención los compases de pasar desapercibidos, pero tampoco pretendiendo llevarse un protagonismo excesivo, hecho que confluye en la igualdad general de todo el producto.
Sandro Fiorito
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