Te esperas uno de estos rurales con boina, así como somos en España, rurales a tope, pero que va, aparece un muchachote rubio, alto, con ojos azules ¡Guapísimo!, vamos que me gustaba hasta a mí. Los demás del pueblo lo mismo casi todos, que majos, que monos, ¡Ay, si es que hay que ser americano para ser tan guapo!

No aguantó más, bostezo y les digo a mis padres que tengo sueño y me voy a dormir, mi madre me aprieta la pierna y no me deja levantarme, mi padre reprocha mi actitud diciendo que por una vez que me ven, y hago vida familiar, que haga el favor de quedarme.

Me quedo, aunque hubiese preferido una sesión con Torquemada que aguantar semejante cosa. Las lagrimas empiezan a aflorar de mis ojos.
¡Es que es un romántico! dice mi madre. Mi padre asiente poco convencido. Me estoy hundiendo minuto por minuto. Empiezo a tramar, balanceo un zapato, y ¡Zas! lo lanzo contra la televisión, y…fallo, me cargo todos los cuadros con fotos que hay encima. Me llevo una severa bronca por parte de mi padre, mi madre sonríe ¡Que nerviosillo te pone la trama! ¿Eh? No lo sabe ella bien, tonterías, cursiladas, estupideces, pijadas a granel, tópicos penosos, ya no lloro berreo.

Por fin acaba, y mi madre se va a la cama orgullosa de tener un hijo tan tierno. Mi padre según se va me hace una peineta con sonrisa socarrona, él también ha sufrido, pero le podía más la satisfacción de putearme, seguro que me lo merezco.

Quedo trastornado por la visión en el sofá, ¡Ha sido horrible!, y veo que mi futuro está en los bares de copas, estas son las cosas que conseguirán hacerme alcohólico.

Se me olvidaba, besitos cordiales al coleguita que me ha fusilado esta mañana casi todas las críticas, eres un sol.