Entretenido thriller de acción e intriga protagonizado por un maduro Michael Caine, que también co-produce la cinta, en el que encarna a un ex-agente secreto retirado y al que un romance con la esposa del embajador americano en Londres le llevará a una espiral de violencia y muerte. La dirige el solvente Russell Mulcahy cuya labor satisfizo tanto a los productores que decidieron contar con él para sus siguientes proyectos, Extremadamente peligrosa y La sombra.

No obstante, aunque la película se deja ver, la trama se aturulla al final y se resuelve de forma precipitada a brochazos. En su momento pasó prácticamente desapercibida pero se trata de una estimable propuesta bastante más interesante de lo que se estrena hoy en día, y cuenta además con un gran reparto de actores británicos y una dirección eficiente que hacen que se disfrute sin complejos. Merece la pena.