Me puse a ver este corto porque la sinopsis parecía interesante, y también lo es el desarrollo, sobre cómo un activista concienciado y apresurado tiene que elegir entre discutir con conductores racistas o aguantar callado e ir a votar a un partido que pudiera cambiar esas mentalidades. Es al tiempo divertida (como comedia delirante, con esos taxistas tipo "Torrente") e inteligente, ya que propone a pequeña escala un debate mucho más amplio, el de la acción inmediata, pero limitada, o a largo plazo pero difusa (un debate que se introduce al principio con el tema del envío de mantas a Albania en tiempo de guerra). También tiene sus sorpresas, interesantes en los dos sentidos ya citados, como la del taxista extranjero. Pero ese final... (spoiler)