Haz click aquí para copiar la URL
España España · Cáceres
Voto de Alter_ego:
2
Animación. Fantástico. Infantil Barbie hace el papel de Merliah, una campeona de surf de Malibú. Merliah es una adolescente normal hasta que un día conoce un gran secreto familiar: ¡es una sirena! Merliah y su inseparable delfín Zuma planean una aventura acuática para rescatar a su madre, la reina de Oceana. Con la ayuda de sus nuevas amigas sirenas, Merliah salva al mundo marino. Al final descubre que aquello que te hace diferente puede convertirse en tu mayor fortaleza. (FILMAFFINITY) [+]
14 de mayo de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces uno cotrae deudas, deudas impagables, deudas que se acumulan porque pasan los días y uno no las paga. Yo me siento como Barbie, que no sabe que es una sirena.
Hay días como hoy, en los que uno ha dormido poco porque anoche se tuvo que quedar haciendo un trabajo y vas a clase con mucho odio en tu corazón y estás alienado y juegas al tenis de mesa en el recreo. Pero te acuerdas de Barbie y comes rápido y te echas una siesta de cuatro horas y eres feliz hasta que despiertas y ves que han estado conspirando contra ti, que hasta han quedado en el centro (seguramente en el horno de Santa Eulalia), muy arreglados los dos, él con su aire de Jorge Javier Vázquez y ella con su coleta de ángel. Entonces te das cuenta de que han hablado de Barbie y de que se sienten como el delfín de la película, que no sabe que es una sirena. Ya se te quitan las ganas de cenar y te pones a saldar tu deuda, porque si no sus esbirros te pueden dar con una silla de terraza en la cabeza.
Y es que la película da para mucho y es rubia. Siempre quedará en mi retina bonita esa escena en la que Batería, el cangrejo amigo de Barbie, hace un Abelardo, que es un baile de cortejo pensando en el colectivo de amas de casa.
En América sí que se hacen películas buenas (aunque Barbie está un poco sobreactuada y cuando sonríe sin razón se nota que ha bebido), no como en España, donde el cine patrio se podría definir como un noviazgo entre Jesús Bonilla y Emilio Aragón.
Este no es un film bélico, en el que una canosa con gafas entra en una clase con un rifle de asalto disparando a todos los que han suspendido, pero tampoco es una película antibelicista, y es por lo que le doy un dos, por su falta de compromiso.
Barbie tampoco es una distopía, como el caso de que la guerra la hubiera ganado el coronel Escopeta y hubiera mandado fusilar a todos los hombres más bajitos que él. Lo que quiero decir todo el rato es que esta película de Barbie es frívola. Y rubia. No es, por ejemplo, La pianista, de Haneke, en el que la protagonista le ve el vello púbico a su madre.
Ligeros toques de humor rubio salpican (porque la peli va de agua, jaja qué bien hilado) el film.
No sé si le daré una oportunidad a la segunda parte, pero he visto que es canadiense y quizás me lance. Mi corazón es como Barbie, es una sirena pero no lo sabe.
Alter_ego
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow