El puente de los enamorados (en Latinoamérica conocida como "Los candados del amor"), ligera comedia romántica ambientada entre París y Nueva York, que recrea la historia de una pareja que se separa y se reencuentra 20 años despúes, reviviendo viejos recuerdos de amor, simbolizados en un candado que representaba la perpetua unión y que podían engancharse en un puente parisino (aunque en el caso de la pareja protagónica, su candado fue a parar al fondo del mar. ¿Cómo pasó eso? Pues tendrán que ver la película). Desde luego, ese reencuentro se verá enmarcado por dudas pero a la vez con las ganas de volver a empezar y compartir nuevamente un amor que jamás se olvidó, a pesar del tiempo transcurrido. También presenta dos historias paralelas: la de quienes siendo ya mayores y en el ocaso de sus vidas, tendrán una segunda oportunidad de felicidad ("Hugo" y "Kathryn") y los más jóvenes que por primera vez sentirán y lidiarán con ese primer amor ("Alexa" y "Jean Paul").

Las actuaciones están correctas y cumplen con lo que ofrecen. El elenco está balanceado y cada historia funciona acorde con el argumento: tres parejas, tres generaciones, cada una viviendo y experimentando el amor a su manera: los portagonistas y pareja de generación intermedia "Jack" (Jerry O'Connell) y "Lindsey" (Rebecca Romijn); la pareja de generación madura "Hugo" (con el veterano Bruce Davison) y "Kathryn" (Linda Smith); y la pareja más joven "Alexa" (con una simpática Jocelyn Hudon) y "Jean Paul" (Benjamin Sutherland).

Buena ambientación y banda sonora. Recomendable para quienes gustan de historias románticas sin demasiado melodrama.