31 de marzo de 2010
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Le canta, le canta. Vaya si no. Y no lo digo porque este señor beba o deje de beber en ayunas. Eso no lo sé ni me interesa. Lo digo porque su peli canta. Canta por soleares. Y cuando un thriller, o una presunta peli de terror como ésta, huele a tres kilómetros a la redonda o te lo tomas a cachondeo o estás perdido.
Como podréis deducir, el menda se lo tomó a cachondeo. ¿De qué otro modo, si no, puede tomarse uno una peli en la que las réplicas de Leatherface y Nosferatu dan vergüenza ajena y en la que el personaje interpretado por Goya Toledo se folla bien a gusto al psicópata de turno?
Una verdadera pena, en serio, porque el sustrato argumental no era malo del todo y probablemente se hubiera podido amortizar de forma mucho más productiva si el tándem Urbizu-Serrador hubiera apostado por un thriller dramático más o menos serio o incluso por una frikada valiente y descarada. Pero no, la cosa se quedó a medio camino y ni tan sólo el siempre solvente Josep Mª Pou consiguió remontar una peli que, como bien afirma MB, no deja de ser un producto descartable, olvidable y -si mucho me apuráis- absolutamente deplorable. Por mucho que te lo tomes a cachondeo.
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?