El otro día escribía acerca de Ray Nazarro, uno de esos directores de segunda especializados en westerns. Hoy le toca el turno a Ray Enright, cuya carrera se extiende a lo largo de casi 30 años. Si bien tocó más palos, sobre todo el musical (Dames/Música y mujeres es un título emblemático de la década de los 30),a partir de los 40 se instaló en los grandes horizontes y apenas hizo incursiones en otros géneros. Enright era un valor seguro, un probo artesano que despachaba sus encargos con rigor y seriedad. Al sur de San Luis es interesante por diversos motivos.
Contiene un cuarteto protagonista de envergadura. Joel McCrea se muestra tan seguro como siempre, en un papel que ni pintado para él, el héroe pétreo que siempre está a punto para echar una mano a los amigos. Alexis Smith, un "mujerón", como diría la inefable Alaska, una de esas estrellas de Hollywodd especiales, una leading lady alta, majestuosa, a quien Scorsese dedicó un emocionado canto del cisne en La edad de la inocencia. Canta, pero está doblada. Zachary Scott, un galán siempre perverso y traicionero, desaparecido prematuramente. Y la hermosa Dorothy Malone, quien nunca ascendió al elevado estatus que se merecía. Entre los secundarios, el orondo Alan Hale y el siempre maligno Victor Jory, haciendo lo mejor que sabía: una alimaña. Esta historia de tres amigos que se separan por culpa de la codicia, para volver a reencontrase cuando la amistad reclama su tributo, está contada con la proverbial eficacia de Enright, quien cuenta con la complicidad del gran Karl Freund en la fotografía, que aprovecha con generosidad los impresionantes parajes naturales, y con una banda sonora energética y lírica del maestro Max Steiner. Dura 88 minutos, oigan. No le sobra ni uno, no hay paja para rellenar momentos muertos. Uno de esos westerns de serie B que dignifican el genero.