A nadie, repito, a NADIE se le ocurriría intentar una visión de los zombies que no fueran los típicos devoradores de carne humana medio muertos que llevan dominando la cultura popular desde que aparecieron.
Por suerte, en Disney Channel existen cabezas pensantes más osadas de lo que dictaría el sentido común (o con más coca sobre la mesa de la necesaria) y, desafiando la cordura general, estrenan esto.

Un "Romeo y Julieta" zombie con no pocas soterradas metáforas sobre la integración racial cuyo mayor distintivo es una estética demente basada en rosas chillones y verdes moco.
Guau.
Hace falta decirlo dos veces.
El concepto es tan aberrante que aturde sus buenos primeros minutos, el desprecio total hacia la narrativa, rompiendo cuartas paredes sin ton ni son, es terrible, y cuando empieza la primera canción eres capaz de ver al letrista riéndose a carcajada limpia.

Pero... la trama va pasando.
Los protagonistas, si bien cumplen moldes mil veces vistos, se hacen entrañables.
Algún secundario que sabe dónde está pese a su juventud vale su peso en oro.
Yyyyy... bien mirado, esta puede ser la puerta de entrada de muchos adolescentes a otras sangrientas metáforas sociales de Lugosi o Romero (por soñar que no quede, también): casi todos hemos visto sucedáneos amigables hasta que nuestros padres nos dejaban ver la buena mandanga.

Las canciones no están ni medio mal.
Son de un ridículo atroz, pero oye, no debe ser nada fácil ensayar eternas coreografías de baile sin sudar un gramo, mientras debes cuidar que tu apariencia esté tan perfecta como manda el inflexible canon del canal.
Puedo respetar ese mérito, ni que sea porque parece ser lo único esforzado de todo el conjunto.

Al final, pienso en que productores y creativos apoyaron esta idea, y la han sacado adelante.
Y me da cierta satisfacción macabra pensar que alguno de ellos pensaba para sus adentros: "zombies en el Disney Channel... como se la he colado a todos".