Lo pongo en interrogante porque aunque en algunos sitios se dice que esta es la última entrega de la saga, siempre lo pongo en duda visto lo visto. En esta época vivimos una sobreabundancia de secuelas, y no me extrañaría que anunciaran una futura séptima parte de esta rentable franquicia.
De todas formas, la fórmula ya tiene un cierto desgaste con esta sexta película.
Una de las características de la saga se la cargan directamente. En las anteriores partes, el terror era sutil (al menos hasta llegar al broche del final) y no se podía ver nada con claridad. En “Dimensión fantasma” eso cambia, y se inventan una cámara especial con la que ahora se ve la entidad con total claridad. De esta forma, en esta sexta parte los sustos son bastante más previsibles que en las demás, ya que casi siempre observamos al ente antes de actuar, lo cual me ha parecido un desacierto.
Pero, en el fondo, soy seguidor de esta saga desde el principio, y por supuesto que me ha gustado. Me ha parecido mejor que la anterior “Los señalados”, y con nuevos elementos que no solo la relacionan con las otras (especialmente con la tercera), sino que explican cosas y atan bastantes cabos, en mi opinión.
Además, consiguen completar toda la historia sin dejar de usar el recurso de la cámara subjetiva, algo que no todos consiguen (“Rec” por ejemplo la perdió en la tercera y en la cuarta).
Soy consciente de que a muchos no les gustan estas películas, pero si la primera fue un soplo de aire fresco en el género de terror, las secuelas han mantenido el espíritu y completando poco a poco un puzzle en una misteriosa historia que solo cobra sentido al final del todo. Es cierto que ya no es tan original ni tan impactante. De hecho, las tres primeras me asustaron mucho, algo que no logran las últimas por mucho que lo intenten. Pero eso no quita que la historia global haya logrado mantener mi interés hasta aquí.
Eso sí, por lo que a mí respecta, espero que sea la última, que ya no creo que tengan nada más que ofrecer.