Haz click aquí para copiar la URL
Reino Unido Reino Unido · Birmingham
Voto de Peaky Boy:
8
Thriller. Drama Jamie (Lucas Pittaway), un joven de 16 años que vive con su madre y sus dos hermanos en un barrio pobre de Adelaida, acaba siendo arrastrado por su padrastro a un mundo de fanatismo y violencia. (FILMAFFINITY)
29 de noviembre de 2011
23 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace algún tiempo escuché que para que una película funcionara, el guionista tenía que escribir sobre aquello que conocía bien, aquello que el mismo había vivido. Si esta premisa hubiera sido completamente respetada, nos habríamos perdido la mayoría de las mejores películas que se conocen hoy día. Por otro lado, viendo el trabajo del australiano Justin Kurzel puedo llegar a comprender esa afirmación. El ritmo cadente, los saltos temporales y la omisión consciente de parte del argumento, nos hacen testigos de la brutal historia que el mismo director presenció en los telediarios de los años 90 durante casi toda una década. Como resultado se obtiene una obra brillantemente interpretada por los dos actores principales, escalofriante en cada fotograma, consiguiendo captar la atención del espectador por completo. Como si de un documental se tratase, vemos las escenas sin cortes, con una cámara pasiva a la que le cuesta mantener el enfoque frente a la brutalidad de algunas largas tomas.
Snowtown es una ciudad del sur de Australia, en ella vive Jaime, un joven atormentado por un entorno marginal lleno de violencia y abusos. Cuando el carismático John entra en su vida, ésta empieza a mostrar una estabilidad y seguridad reconfortante, no es necesario mucho tiempo para que el cabeza de familia se vaya ganando la confianza y el respeto de todos los que le rodean en su nuevo hogar. Todo parece cambiar a mejor, las tardes se amenizan dando paseos en moto, comprando unos helados y compartiendo bromas, incluso John sigue pareciendo un tipo genial mientras descuartiza animales en el patio para arrojar los restos ensangrentados en la casa del vecino. Pero el bonito envoltorio del principio, va dejando ver el oscuro interior poco a poco, una oscuridad que atrapará de una forma u otra a todas las personas que lo rodean.
Con una atmosfera asfixiante, demoledora y aberrante el director presenta un nuevo y muy personal enfoque de los Psycho-Killers, lejos quedó la estética detallista y minuciosa con la que se ataviaba a estos monstruos, cuya personalidad solía estar relacionada con personas solitarias de extraordinaria inteligencia. El perfil mostrado por Kurzel del asesino real John Bunting, autor de los más atroces asesinatos cometidos en Australia, conocidos como los crímenes de los barriles, es el de un sociópata con aires de liderazgo, obsesionado con castigar de forma bestial, los delitos, en muchas ocasiones inventados, de aquellos que selecciona aleatoriamente entre pedófilos, obesos toxicómanos y homosexuales. Su intento de ayudar a los desfavorecidos, no es más que una mera excusa de buscar una justificación a sus actos.
Fantástica ópera prima del director, en un ejercicio ejemplar de estilo en las forma, presentando una sociedad enferma en un mundo decadente.
Peaky Boy
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow