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Reino Unido Reino Unido · Birmingham
Voto de Peaky Boy:
4
Drama. Comedia En Los Ángeles, un grupo de adolescentes fascinados por las celebridades y el universo de las marcas rastrean en Internet la agenda de las famosas para robar en sus residencias. Sustraen más de tres millones de dólares en objetos de lujo: joyas, ropa, zapatos, etc. Entre las victimas está Paris Hilton, Orlando Bloom y Rachel Bilson. Los medios apodaron a esta banda la «Bling Ring». (FILMAFFINITY)
18 de junio de 2013
58 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
A finales de los años cuarenta, el escritor irlandés Samuel Beckett, escribió Esperando a Godot, una obra con la que hacía su aportación al teatro del absurdo. El libreto, así como el mencionado subgénero, se caracterizaron por la aparente falta de acción, dos personajes se encuentran junto a un árbol y se quedan esperando a un tal Godot, del que nada se sabe. Los dos hombres, de apariencia muy destartalada, pronto comienzan a dar muestras del sin sentido de su diálogo. Las escenas se repiten una y otra vez, los protagonistas, si parece que van a realizar algún tipo de acción, nunca llegan a hacerlo, y así transcurre el tiempo, hasta que llegamos al final y nos damos cuenta de que no hemos llegado a conocer al hombre que da título a la pieza teatral. Las absurdas acciones altamente repetitivas, lejos de hacerse tediosas, se vuelven gratamente tragicómicas y consiguen de forma elocuente el objeto para el que fueron escritas, la crítica social.
Lo que ha hecho Coppola con esta cinta es algo muy parecido. Presenta a unos personajes completamente planos, en su mayoría procedentes de la alta sociedad estadounidense, víctimas del embrutecimiento adolescente, y los sitúa en su hábitat natural, rodeados de fiestas, lujos y drogas. Una vez estamos en situación, comienza la repetición de las acciones. El principal problema es que no sabemos si la supuesta crítica se está haciendo conscientemente. Tan huecos son los protagonistas, que la película queda tan vacía como ellos.
Basada en hechos reales, narra cómo la banda de jóvenes atracadores¬¬, conocida como The Bling Ring, (El anillo ostentoso), se colaba en casas de famosos para robar prendas de ropa de alta costura, joyas, dinero efectivo y diversos artículos de lujo. Este grupo se caracterizó por su obsesión por la fama, la moda y por poner en evidencia la facilidad con la que cualquiera podría robar en las residencias de celebridades, encontrando sus direcciones por internet y esperando a que estuvieran presentes en algún evento público para asegurarse de que hallarían las mansiones deshabitadas.
Pero el filme transcurre y las escenas de atracos, fiestas y vestidos se repiten una y otra vez, e incluso una vez más. En definitiva, se vuelve aburrida por momentos y los fines quedan demasiado dudosos. Lejos quedó el sutil avance circular de Beckett, los sublimes diálogos incoherentes han dado paso al bochorno ridículo, altanería e incluso podría decirse que, en ocasiones, la presunta crítica se parece más a un endiosamiento del estilo de vida pomposo que a una auténtica denuncia.
La mejor elección ha sido la banda sonora, interpretada por el más fastuoso de los raperos, Kanye West, proporcionando a la cinta una estética de videoclip que se agradece, ya que al romper con sus acordes descarados el tedio reinante, el filme se vuelve más llevadero y además, queda “como anillo al dedo”.
Peaky Boy
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