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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
8
Drama. Thriller. Romance Basada en un hecho real acaecido a finales de los años cuarenta, la película relata la sangrienta trayectoria criminal de una pareja, Martha y Ray. Ambos se conocieron a través de una agencia matrimonial de contactos para "corazones solitarios". Él resultó ser un estafador, y ella se enamoró tan locamente de él que se convirtió en su cómplice. Su objetivo eran mujeres solteras o viudas solventes, a las que Ray cortejaba para deshacerse ... [+]
26 de noviembre de 2006
41 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film independiente, escrito y dirigido por Leonard Kastle, es su único largometraje. Se basa en noticias periodísticas y datos judiciales referidos a hechos protagonizados por una pareja de asesinos en serie. Se rodó con un bajo presupuesto em 1969. Producido por Warren Steibel, se estrenó el 4-II-1970.

La acción tiene lugar en Mobile (Alabama), NYC y diversas localidades de EEUU, a lo largo de 1949. Narra la historia de Martha Beck (Shirley Stoler), jefe de enfermeras del Hospital de Mobile, obesa, de 110 kg, soltera, de 30 y pocos años, que a través de una agencia matrimonial entra en contacto con Raymond "Ray" Fernandez (Tony Lo Bianco), inmigrante español, de 34 años, residente en NY, estafador especializado en ganarse la confianza de mujeres solitarias para apoderarse de sus ahorros y asesinarlas para no dejar rastros. Martha se enamora de Ray y se convierte en su cómplice.

La película expone los hechos delictivos de la pareja en un collage de episodios violentos, perturbadores y espeluznantes, realizados con increíble frialdad e indiferencia. La narración, adusta y seca, es de carácter documentalista. Se refiere a los hechos sin complementos románticos, ideológicos o explicativos. No se incluye una reflexión sobre la violenica, sus causas, sus secuelas, etc. Se ofrece una imagen grotesca del mundo feliz de los 70, mediante unos crímenes en serie, que denuncian o evocan la presencia en el mundo de violencia injustificable, autoritarismos descarados, responsables de mando de personas que actúan al albur de caprichos inasumibles, corrientes de trato descortés y presumidamente maleducado y otros hechos que evidencian la vigencia del ideario fascista en ámbitos de las sociedades avanzadas del XXI. El film recuerda "Henry, retrato de un asesino" (1986), si bien entre ambas obras no hay relaciones de conocimiento e inspiración. Fue objeto de un "remake" tardío, de Arturo Ripstein, titulado "Profundo carmesí" (1997). Es una historia de amor singular, desoladora y feroz.

La música incluye fragmentos de Mahler, con un tema central que envuelve los asesinatos. Se añade una canción de James Michener, tomada de su álbum "South Sea Islands". La fotografía, de Oliver Wood (jefe de iluminación de la serie "Bourne"), sitúa la acción en ambientes oscuros, tétricos y claustrofóbicos, de aires expresionistas, que realzan los aspectos grotescos y macabros del relato. La estética se ajusta al desaliño y descuido formal de los films de serie B. Hace uso de tomas largas, sobreentendidos, elipsis y escalofriantes escenas fuera de campo. El guión juxtapone episodios tomados de las secciones de sucesos, de aire cutre i "kitsch", que recuerdan la emotiva plástica de Robert Rauschenberg. La interpretación de S. Stoler ("Klute", 1971) y la de Tony Lo Bianco ("The French Connection", 1971) son excelentes. La dirección, a cargo de un director de orquesta y compositor, crea una obra de crudeza extrema.

Película singular, de culto entre cinéfilos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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