Haz click aquí para copiar la URL
España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
6
Intriga. Romance Alex Sternbergen (Jane Fonda), una actriz alcohólica, se despierta una mañana junto a un conocido productor de cine porno el cual tiene un cuchillo clavado en el corazón. No recuerda nada de esa noche ni sabe si ha cometido ella el crimen. Asustada decide huir y borrar sus huellas. (FILMAFFINITY)
16 de enero de 2008
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera película de Sidney Lumet en LA tras muchos años de trabajo en NY. El guión es de James Cresson (como James Hicks) y David Rayfield (no acreditado). Se rueda en Hollywood Center Studios y en LA durante la primavera de 1986. Nominada al Oscar a la mejor actriz principal, ésta es la séptima nominación de Jane Fonda. Producida por Bruce Gilbert, se estrena el 25-XII-1986 (EEUU).

La acción tiene lugar en LA a partir de la mañana del 28-XI-1986, con una escena previa de la noche anterior. Alex Sternbergen/Viveca (Jane Fonda) es una mujer frágil, de unos 40 años, actriz en paro, alcohólica, separada y sin hijos. Amanece en un lugar que no conoce, junto al cadáver de un desconocido y sin capacidad de recordar lo que hizo la noche anterior. En el aparcamiento del aeropuerto conoce a Turner Kendalll (Bridges), antiguo policía y ex-alcohólico.

El film combina los géneros de misterio, drama y thriller. Glosa las consecuencias de la adicción al alcohol, su influencia sobre la conducta humana y su alcance autodestructivo. Explica hasta que punto es díficil el proceso de desadicción, el esfuerzo que implica y que la duración del mismo puede prolongarse durante años. Se refiere a las causas del problema: soledad, fracaso profesional, paro, desarraigo familiar, carencia afectivas, etc. Con frecuencia los alcohólicos son personas que erroneamente quieren compensar, superar u obviar problemas personales con consumos abusivo que agravan las situaciones que padecen. El alcoholísmo ha sido tratado en obras tan memorables como "Días sin huella" (B. Wilder, 1945) y "Días de vino y rosas" (B. Edwards, 1962). La película denuncia las impunidades de los fuertes, sus abusos de los débiles y la no inusual colaboración de los débiles al servicio de los abusos de los fuertes.

En el film hay misterio e intriga, pero no alcanzan niveles notables de intensidad. Hay tensión y está bien construida, pero le falta la fuerza propia de un gran film. La dirección es correcta, pero parece orientada más hacia la comercialidad que hacia la construcción de una obra personal. Las interpretaciones son buenas, en especial la de Jane Fonda, arropada adecuadamente por Jeff Bridges y Raúl Juliá. Se advierte una buena química entre Fonda y Bridges. Fonda se muestra tal como es, con naturalidad y sin disimular la edad que tiene. Su intervención alcanza niveles culminantes en las escenas en las que Alex aparece borracha. La cinta está salpicada de humor.

La música, de Paul Chihara ("Crackers", L. Malle, 1984), ofrece una partitura de viento, con bonitos solos de saxo, que crea sentimientos de tensión, misterio y amenaza. La fotografía, de Andrzej Bartkowiak ("El honor de los Prizzi", J. Huston, 1985), presenta brillantes claroscuros que contrastan marrones rotundos y vibrantes con tonos claros de naranjas, marillos y dorados. Extrae gran belleza de los paisajes urbanos de LA. Sin ser una gran película, es correcta y entretenida.
Miquel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow