El primer policial italiano setentero, no giallo, que he visto en mi vida, me deja un muy buen sabor de boca, la verdad es que pensé en verlo atraído por el póster, y al relacionar el año en que fue filmada (1970) con el subgénero de moda en Italia en esa época, enseguida lo relacione con un giallo, y fue un lindo error el que tuve.
La trama tiene un tratamiento muy diferente al giallo, si hay lo que en casi todos, detectives, prostitutas, sordidez, pero todos los elementos están contenidos y la historia está mejor estructurada, cosa que los giallos casi nunca, ya que privilegian los giros por sobre la coherencia.
Aquí el caso de la desaparición y asesinato de una muchacha discapacitada, la desesperación del padre, la frustración de los detectives, que terminan contando con la ayuda de una prostituta y un proxeneta, está bien hilvanada e incluso se permite una critica social muy acertada, sin dejar de lado el costado policial, de hecho también la película se adelanta a lo que luego sería un subgénero que todavía sigue siendo muy popular, que es el de la venganza, nada más que acá está visto como un acto impulsivo, lo que le da mayor verosimilitud, que esos vengadores actuales que terminan siendo más psicópatas que los villanos.
Buenas interpretaciones, buen tono, dirección, guión, una película que merece ser recordada.