A veces, curioseando en la filmografía de ciertos actores, damos de lleno con pequeñas películas hechas para el pequeño publico, para la tv, casi desconocidas por todos, pero con un encanto y una calidad en la historia que nos cuentan que merecen muy mucho la pena.

Eso es justo lo que me ha pasado con esta joyita protagonizada por una actriz como Linda Hamilton, mundialmente conocida por ponerse en la piel de Sarah Connor en la exitosa saga de "Terminator".

El papel al que a mí me tiene acostumbrada esta buena actriz es al de chica dura en películas de acción, pero aquí ella se transforma en una madre coraje, viuda, sacando adelante sola a su hijo de 11 años, que descubre que está contagiada del maldito virus del Sida.

A partir de aquí, la Hamilton nos regala una desgarradora actuación como madre valiente que intenta dejar todo bien asegurado para que su pequeño sufra lo menos posible su pérdida y esté querido y protegido por una familia cuando ella se vaya para siempre.

Hamilton está sensacional y se llevó merecidamente una nominación como mejor actriz a los Globos de Oro. Junto a ella, el pequeño y desconocido Noah Fleiss como su hijo, muy correcto, unos Bruce Dern y Kate Nelligan también cumplidores como el matrimonio de acogida y una correcta S. Epatha Merkerson como su doctora.

Bonita película basada en hechos reales que nos ayuda abrir los ojos ante las duras realidades a las que se enfrentan tantas personas en nuestro día a día sin que tengamos la más mínima idea de ello.
Un saludo,
Tess