Críticos y escritores de teatro. Bob Hope es un crítico despiadado, si estuviera puntuando en filmaffinity no pondría más que doses y unos. Y su mujer, Lucille Ball, ha decido escribir una obra. Una comedia. Se le ha ocurrido así, de golpe. Bob Hope le va a dar para el pelo.

Dice todo serio que su comedia no vale para nada pero por la noche sonríe y quiere guerra y que se muestre cariñosa con él, no te j… A la mierda le tenía que mandar.

El niño, que es de él pero no de ella, me ha resultado redicho de una forma cósmica, exagerada; en USA es que los deben hacer así, listos desde temprana edad, pero me he tranquilizado cuando hasta el propio padre dice que parece un cretino. Bueno, si ves la peli, con ignorar al niño puedes seguir adelante.

Con esta pareja protagonista se puede pensar en una comedia alocada, tonterías y gansadas sin parar, son dos grandes de la televisión, dos figuras patrias, tuvieron gran éxito como cómicos, pero no, no es una comedia alocada, es una obra desenfadada, acertada en el tema y con un guion más o menos serio y valedero que va sobre los celos, los celos profesionales. Una obra un tanto escondida en el tiempo y seguramente en el interés, que se desvirtúa en algunos momentos. Muestra una sociedad acomodada en la que criticar y publicar es algo fácil y popular que está a la mano de cualquier ciudadano. Hasta el perro podría hacerlo con tal que tuviera una idea.

El caso es que mantiene ese intríngulis de cuando en el matrimonio se escuchan ruidos de sables.