Ópera prima de Sebastian Schipper, que toma la dirección y el guión, en esta producción alemana, tras su aparición como actor en varios films de su país natal. Posteriormente dirigirá en 2009, otra cinta titulada “Mitte Ende August”, que aún no ha visto su estreno en nuestro país.

Esencialmente es una comedia sobre la amistad con ciertos tintes de Screwball y del todo despojada de esa sobriedad tan germana, convirtiéndose en algún momento en una especie de Ménage á Trois muy cómico que va tendiendo poco a poco hacia el drama.

Karl, interpretado por Daniel Brühl es un joven exitoso e introvertido que es enviado como espía a una agencia de alquiler de coches, donde conoce a Hans, un tipo de espíritu libre cuyos únicos límites son los marcados por su propia voluntad y que está dispuesto, entre otras cosas, a compartir su novia con su nuevo amigo o a volar por la ciudad en rápidos deportivos, por supuesto de propiedad ajena.

El punto fuerte de la cinta es la relación entre ambos personajes, la contraposición de dos caracteres completamente distintos, de cómo llegan a ser buenos amigos, de cómo esa amistad se desarrolla y sobre todo de cuáles son sus límites. Me parece interesante ese análisis de los límites en su relación.

La contraposición a este esquema viene dada por la inclusión del personaje femenino, interpretado por Sabine Timoteo, que a otro nivel descuadra toda la historia narrativamente hablando.

La interpretación me parece muy correcta, ambos actores crean unos personajes convincentes e interesantes, a la altura por lo menos de otras películas interpretadas por ellos, como "Good Bye Lenin", en el caso de Daniel Brühl, donde Vogel tiene también un pequeño papel, o "La Ola", donde Jürgen Vogel hace un buen protagonista y es su película más conocida en nuestro país, hasta la fecha.

Bokelberg trata la fotografía de una forma realista, está rodada en clave alta, aunque con un trato del color y la luz sobrio y oscurecido.

Es una comedia, que aunque a mi parecer supera al ochenta por ciento de las comedias sobre jóvenes de la factoría Hollywood, no pasa de ser algo simplemente interesante. La disfrutarás más si la ves con un buen amigo ya que da opción a una buena charla sobre ella, siempre y cuando rondes los 30 años, en compañía de unas cervezas. No digo que vaya exclusivamente destinada a ese tipo de público, pero llegará sin duda con más fuerza.