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España España · Salamanca
Voto de Maetterlinck:
6
Comedia Un importante industrial visita cada miércoles a su bella amante. Esta rutina semanal queda interrumpida cuando su esposa descubre el apartamento donde tienen lugar las citas. (FILMAFFINITY)
10 de abril de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cualquier miércoles es una comedia entretenida, sencilla y eficaz, pero que se queda en tierra de nadie. Visual y estéticamente está encuadrada en los 60, pero rezuma usos y costumbres bastante anteriores, muy propios de comedias de la década anterior. A nadie ha de extrañar ni sorprender que confiese que se basa en el clásico esquema en el que una chica joven e insegura acaba en brazos de un hombre mayor y casado a causa del pánico que le produce estar sola, hasta que un aparece un hombre mas apropiado que la rescata de esa situación errónea, para por fin proporcionarle un hogar lleno de hijos. Lo dicho, no es una película revolucionaria en ese aspecto.

Tres años después se estrenaría Flor de cactus, con un argumento de partida similar aunque un desarrollo bastante diferente. Ambas entretenidas y recomendables, desde luego.

A los veinte minutos de película tenemos a Jane Fonda hecha ya una moderna Doris Day (incluso repitiendo algunos tics infantiles y llorones que tenían muchos de los personajes que interpretó en la década anterior). Es curioso porque para cuando aparece Dean Jones (un actor que se asocia con Disney tanto o mas que el ratón Mickey), no pude por menos que acordarme de Fred McMurray.

La película no niega su origen teatral, como denota los pocos cambios de escenario. Casi toda la acción se desarrolla en el interior de un bullicioso apartamento. Va creciendo poco a poco de manera previsible pero divertida. En ese aspecto la película no tiene mucho reproche, es un divertimento eficaz al que contribuye un reparto muy dotado. Quizá en un argumento un tanto reaccionario destaca un tratamiento del sexo mas explícito en cuanto a lo verbal de lo que se podía encontrar en las antecesoras dentro de este estilo.

Curiosamente, no es el personaje de Jane Fonda, que interpreta a la amante de un hombre mayor y adinerado, la que encarna el papel de mujer independiente, como le correspondería por edad y época, si no mas bien la esposa del ejecutivo, una mujer mayor y de la que no se nos da a entender que tenga oficio alguno, si no mas bien, que se dedica a gastar el dinero de su marido. Curiosamente, en ausencia de la figura masculina, parece mas perdida la jovencita que ha crecido en otro ambiente y que, al menos al comienzo de la película, tenía trabajo propio, que la señora de mediana edad que parece depender de su marido.

El marido es un personaje que transmite en ocasiones rechazo y en otras hasta cierto cariño por la gracia que tiene, aunque esta gracia venga a través de un carácter nada amable y si soberbio, altivo, grosero y prepotente. Pero como te hace reír (y mas cuando no le salen las cosas como quiere) terminas cogiéndole cierta gracia. Con el personaje de Dean Jones sucede que viene condicionado por el mejor estilo clásico. No está especialmente desarrollado, pero cae simpático por el carisma de su intérprete (¿A quién no le cae bien Dean Jones? Por favor, que es el conductor de Herbie). Cabría achacarle en algunos momentos una cierta infantilidad, bastante de la cual viene dada por el carácter del personaje de Jane Fonda, aunque también aporta bastante el pique entre ambos protagonistas masculinos. En cualquier caso, sin llegar al nivel de otras grandes comedias de la época o con esas otras con las que comparte algunas características, y adentrándose en la lucha de géneros (aunque situándose en un estadio de lo mas inicial), es una comedia que sin llegar a ser brillante, sí resulta entretenida, divertida y muy agradecida de ver, con varios puntos que pueden gustar.
Maetterlinck
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