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Voto de Vivoleyendo:
10
Musical. Romance. Drama Geneviève es una joven que vive con su madre y le ayuda en la tienda de paraguas que tienen en Cherburgo. Está enamorada de Guy, un joven mecánico, con el que piensa casarse a pesar de la oposición de su madre, que considera a Geneviève demasiado joven y a Guy demasiado pobre. Para pagar una deuda, la madre se ve obligada a vender un collar a un rico joyero que se enamora de Geneviève desde el primer momento. Mientras tanto, Guy tendrá ... [+]
17 de marzo de 2008
48 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo admito, a veces me gusta lo cursi. No lo cursi al estilo de bodas pastelosas (de hecho, si me casara preferiría hacerlo con ropa sencilla y con una celebración sencilla, detesto los saraos multitudinarios) o ir vestida como una caja de bombones con lacitos. Ni vestiría a mis hipotéticos hijos con prendas que parezcan sacadas de las crónicas de sociedad de la prensa rosa.
Cierto, este musical es cursi. Pero lo es de una manera encantadora, placentera de seguir, de contemplar, de escuchar. No es un musical al uso de ésos en los que de cuando en cuando van intercalando pesadas canciones sin venir mucho a cuento. Porque la maestría de "Los paraguas de Cherburgo" radica en que la música (hermosísima, romántica, delicada e inolvidable) está presente en todo el metraje como un elemento sustancial, y que cada frase pronunciada por cada personaje posee una musicalidad espontánea, sin alterar ni distorsionar la naturalidad de los diálogos. Todos cantan de principio a fin, pero lo hacen de manera agradable para el oído y para el temple de los espectadores, incluso de aquéllos no muy aficionados a este género.
La trama central, universal y de sobra conocida por todo el que ha vivido y observado los compases del amor, se saborea y se digiere con la suavidad y la dulzura de un caramelo de ésos que intentamos prolongar sobre la lengua, o el placer de un trocito de chocolate que se va derritiendo lentamente.
Preciosa historia repleta de colorido, elegancia, buen gusto, delicadeza y belleza, que nos habla de las huellas del primer amor, de la inocencia y la fuerza de ese sentimiento estrenado, del sufrimiento provocado por la separación, del olvido causado por el sinsabor y la distancia, del desengaño... Esos amores primerizos que marcan a fuego y que dejan sus secuelas para siempre. Pero la vida sigue... Y no hay mal que cien años dure.
Lindísima Catherine Deneuve, guapísimas actrices secundarias (la madre de Geneviève y Madeleine), dignos, atractivos y conmovedores también los intérpretes masculinos... Todos llevan sus papeles con una mezcla de gracia y sentimiento que conmueve. Todos superan con elevada nota la dificultad de no caer en el ridículo, pues no es fácil pasarse una película entera cantando sin parecer bobo o artificial.
Qué puesta en escena tan bonita. Qué combinación de colores (el papel de las paredes a juego con los vestidos de las mujeres... Un recurso tremendamente cursi pero que en esta película entra por los ojos sin dar grima), qué vestuario, qué decorados... Todo el conjunto parece ideado para deleitar la vista. Qué visión tan romántica de Cherburgo, con esas calles empedradas, sus casas coloridas, y sus tiendas con aspecto venerable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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