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Argentina Argentina · Misiones
Voto de Horativs73:
10
Drama Australia, 1926. Un bote encalla en una isla remota y a su encuentro acuden el farero Tom Sherbourne y su joven esposa Isabel. En el interior del bote yacen un hombre muerto y un bebé que llora con desesperación. Tom e Isabel adoptan al niño y deciden criarlo sin informar a las autoridades. Todo se complica cuando descubren que la madre biológica del bebé está viva. (FILMAFFINITY)
14 de diciembre de 2016
37 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
La pregunta -con desesperación, rabia y angustia- la hace Isabel a Tom, promediando la película. El día es soleado, pero densas nubes se avecinan sobre la casi bucólica vida de este joven matrimonio en una lejana y solitaria isla de Australia, lugar donde él aceptó el trabajo de encargado del faro.
Casi bucólica, porque a Isabel la persigue el dolor. El dolor pasado de haber perdido en la guerra a sus dos hermanos varones y el dolor presente de no poder tener hijos tal como es su deseo. A Tom lo persigue un pasado de guerra y muerte, y su propia soledad que lo ha transformado en un hombre capaz de "marchitar todo lo que toca", según confiesa en una carta.
Sin embargo, la vida de ambos torna un giro inesperado el día en que aparece a lo lejos flotando -a la deriva- una pequeña barca, con una niña -casi recién nacida- y su padre -ya fallecido-. ¿Regalo o broma cruel del destino?
A partir de allí, las intenciones, los anhelos, las decisiones y sus consecuencias comienzan a teñir la película de cuestionamientos que hacen que el espectador comience a plantearse seriamente el dilema que propone la trama y a tomar partido por uno u otro personaje, sensación angustiosa que se intensifica cuando se encuentran con la madre de la niña.
"¿Qué hubiéramos hecho nosotros?" es la pregunta que nos deja punzando la película aún mucho después de haber terminado de mirarla.
Una fotografía excelente y una banda sonora impecable, complementan a una notable historia contada con muy buen ritmo y sin caer en golpes bajos.
Finalmente, no puedo dejar de destacar las potentes actuaciones de Fassbender, Vikander y Weisz, ningún espectador atento estará inmune a tomar partido por alguno de sus personajes. Bien por ellos, el cine se merecía hace años interpretaciones como estas.
Horativs73
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