3 de septiembre de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Irreverente, díscola, locuaz, crítica y soberanamente entretenida, así es Jeffrey, una comedia romántica de temática gay, adaptación de una pieza teatral homónima, que reniega de la compasión y de los lacitos rojos. Y lo hace sin tabús, gritando alegremente a favor de la superación del drama del VIH, abogando por la integración plena de los enfermos de SIDA y por la normalización más absoluta de la enfermedad. Esta vitalista posición acaba imponiéndose, de un modo algo ciego si se quiere, a una realidad tan dura como sociológicamente interesante: el miedo atroz que el SIDA desató en el colectivo homosexual de las grandes urbes durante la década de los 80 y buena parte de los 90. Y es que un poco de simpática locura nunca viene mal para aligerar las penas.
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