Jack (Robert Downey Jr.) tiene una enfermiza fijación con las mujeres sintiendo la atracción de tratar de ligar con todas las que se ponen a su alcance, hasta que conoce a la misteriosa Randy (Molly Ringwald). Tras un fogoso encuentro Jack queda prendado de ella, pero ésta anda más preocupada por la deuda que su padre (Dennis Hopper) tiene contraída con Alonzo (Harvey Keitel), líder de un clan mafioso.

Rutinario y monótono producto que navega entre el cine adolescente (mitificado durante dicha época por John Hughes) y un cine más "adulto", lo cual provoca que se quede a medio camino sin llegar a encontrar a su público ya que además no resulta lo suficientemente cómica o romántica. Tampoco ayudan los personajes, los cuales o están desaprovechados (léase los interpretados por Harvey Keitel, Danny Aiello o Dennis Hopper) o bien resultan excesivamente irritantes, como el interpretado por Robert Downey Jr. (ver sus discursos ante el espejo o sus formas de ligar). Ni siquiera Molly Ringwald saca provecho a un personaje carente del carisma de los que interpretó a las órdenes de Hughes. Al final queda una descafeinada comedia, ligera de ver pero olvidable.