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España España · Madrid
Voto de gatocojo:
8
Drama Jonas, de dieciséis años, vive un nuevo fracaso escolar y piensa dar el todo por el todo en el tenis, pero es suspendido cuando estaba a las puertas de la selección nacional. Entonces conoce a Pierre, un treintañero que, a causa de su situación, acepta hacerse cargo de él. Nace un fuerte lazo entre ambos, lo que empuja a Jonas a abandonar la escuela pública. Incapaz de fijar los límites de esta relación, la educación va a sobrepasar el ... [+]
6 de diciembre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco que, a pesar de la dedicatoria que aparece al comienzo de esta película (“a nuestros límites”), me resultó imposible ver con claridad a dónde nos quería llevar Joaquim Lafosse con “Élève libre”. Al final de su visionado me embargaba una tremenda sensación de náusea e incomodidad. Pocas veces el sexo ha sido retratado de forma tan pornográfica (despegado de cualquier emoción) como aquí. La frialdad heladora de las imágenes se corresponde con la frialdad heladora de la moral sexual de los adultos que inician al adolescente protagonista: el principio que rige su conducta es la separación tajante entre sexo y afecto; el sexo que practican es pura técnica; el mito erótico que elevan a los altares es Don Juan, ese pobre diablo al que su propia incapacidad para amar condena a la insatisfacción perpetua.
Uno de los rasgos más notables de esta película es la absoluta objetividad con que se desarrolla la historia, en el sentido de que no quiere ser moralizante, aunque plantea una cuestión de gran calado moral. Tras contemplar “Élève libre” puede ocurrir que el espectador no sepa muy bien qué hacer con esa sensación de desasosiego y asco, como le ocurrió a quien esto escribe, o incluso que su interpretación vaya por un camino muy distinto a lo pretendido por el autor.
Busco en internet la explicación del propio Lafosse. Cito literalmente: “La perversión es sacar al otro de su libre albedrío haciéndole creer que sigue su propio camino. (...) . Me gustaría que esta película hiciera preguntarse al espectador si esta situación es perversa o no, qué es la perversión. El perverso solo existe en su relación con sus víctimas; necesita encontrar a alguien que entre en su juego. Siempre tenemos la posibilidad de no entablar relaciones perversas, de no votar por las malas personas, de no ser víctimas de abuso por parte del patrón, de defender los valores y los comportamientos que nos permitan emanciparnos; de ahí el título del film: “Alumno libre”. Ser adulto es ser capaz de decir “no”. Pero es necesario que se nos haya transmitido la necesidad de pensar los límites para poder ponerlos nosotros mismos”.
Creo que ahora sé por qué esta película me resulta tan desagradable: porque pone en el mismo plano al abusador y al abusado. Eso es lo que encierra en el fondo la idea del libre albedrío: la víctima es igual de responsable que el verdugo. Una idea con la que no comulgo.
Por lo demás, aunque parta de un presupuesto muy cuestionable, la película está impecablemente realizada.
gatocojo
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