La mejor película de Winner, habitual director de los engendros de Chuck Norris. Se trata de un magnífico film de espionaje que encara/enfrenta a dos personajes/actores bien distintos, excelentes ambos: de un lado el otoñal y sereno Cross, que sigue amando fervorosamente a su mujer, un magnífico Lancaster; de otro lado el joven, impulsivo y pasional Scorpio (Delon), defraudado y traicionado. Lo de menos es que se cruce la CIA con la KGB y todo el trasfondo político, lo mejor está en la riqueza de matices de los personajes, lo que la hacen una película de considerable humanidad, además del espléndido desarrollo de esta caza del hombre que emprende el joven Scorpio frente al vetusto Cross. Hay una secuencia de acción larguísima y magistral y cuenta con un reparto extraordinario, dónde descolla también un inmenso Paul Scofield.
Es una película casi desconocida y aboslutamente infravalorada. De preocupar. Muy buena.