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España España · ciudadano del mundo (palencia)
Voto de kafka:
9
Western Un grupo de colonos buscadores de oro se establece en un lugar de California, pero sufren el acoso de los hombres de Lahood, el propietario del resto de las explotaciones mineras. Pero un día al poblado llega un misterioso y frío predicador (Clint Eastwood) que se pone de parte de los colonos, y comienza a enfrentarse al temido cacique local. (FILMAFFINITY)
19 de octubre de 2006
61 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre (Eastwood) salva de una paliza a manos de los matarifes del cacique local a otro hombre que vive junto a un grupo en un pequeño campamento buscando oro. El cacique está intentando monopolizar la zona y por eso busca echar de allí ese campamento. El hombre se hace pasar por reverendo y se une al campamento, ocultando en realidad un pasado de heridas y no olvidado, por el que ahora precisamente se encuentra allí...
Una película maravillosa que empalidece con su sola existencia (habría que unir el "Sin perdón" del propio Eastwood) todo lo que el western haya dicho o querido decir desde la época gloriosa de éste - Aldrich, Mann, Ford, Sturges - hasta la realización de ésta.
Sirviéndose del argumento del inolvidable clásico de Stevens "Raíces profundas" (cambiando el personaje del niño por el de una chica adolescente y a los campesinos por mineros) Eastwood hace una película solidísima y cabal, una obra maestra que derrama sapiencia de western, un sentido de madurez y del equilibrio, que rescata los mejores rasgos del género (el uso de los paisajes, la figura del heroe que luego renuncia a todo una vez cumplida su venganza y tranquilizada su alma, los buenos y los malos, los débiles y los poderosos, la presencia del pasado en el heroe, que guarda un secreto...) a la que Eastwood añade un tono tenebrista en los interiores que redondean el significado último de la película: tras el clímax final no se admite la más nimia concesión ni el más pequeño recodo a que el pistolero, ya con la conciencia tranquila, se detenga siquiera a escuchar como le dicen gracias. Eso habla a las claras del tono pesimista, muy pesimista, de la película, que por otra parte no deja de ser una alabanza a la resistencia y persistencia por objetivos legítimos y humanos, a la solidaridad altruista, al espíritu humano y a la capacidad de iniciativa, y una reflexión melancólica, pese a todo ello también, sobre el individualismo. Son contradicciones que se emparejan y por ello hacen más grande y compleja a la película.
Con "El jinete pálido" (título precioso, poético y certero) Eastwood compone, probablemente su mejor papel: un heroe solitario, disfrazado de predicador, desencantado y maduro, elegante y con barba de transeúnte y mesiánica, curtido e impasible, un pistolero de oscuro pasado defensor de los débiles, espectral y desengañado.
Película soberbia, un clásico para quien esto escribe, de fenomenal fotografía de Bruce Surteen y formidable guión de Michael Butler y Dennis Shryac, que es la enésima demostración de que su director/actor/protagonista es absolutamente imprescindible en los tiempo que vivimos. Amo esta película.
kafka
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