Cuando leí la sinopsis no supe que pensar, sin pistas y sin saber el nombre del director no tenía ninguna expectativa.
Al comenzar parecía lenta pero sin darme cuenta fui encontrando un ritmo que me fue intrigando y al poco la sensación se convirtió en una experiencia inmersiva. Había algo de caos y confusión con lo que logra adentrarse en la esencia de los trastornos mentales quizá a la parte vulnerable de la naturaleza humana.
Es perfecta para personas que buscan algo más allá del entretenimiento, aunque sin duda no es una película fácil de digerir y exige buena atención.

Es la típica serie slice of life que busca situaciones entretenidas y simples sin necesidad de contar una historia muy definida y que desarrolla la premisa básica de la que parte, es decir una princesa que busca solucionar o mejorar en lo referente al sueño. Pero a pesar de lo simple que puede ser e incluso siendo episódica se puede notar que sutilmente hay un desarrollo de trama y quizá un poco desarrollo del personaje principal que con su personalidad logro mantener mi interés en la serie.

Es un drama que parece documental por el desarrollo realista de la trama, se siente como se avanza poco a poco en el desarrollo de la historia con algunos momentos que parecieran acercarse al terror. El ritmo no siempre es fluido pero considero que se compensa con la creatividad al mostrar los aspectos distintivos de una enfermedad difícil de entender así como explorar sus limites.