Se trata de un documental creado por Cirylle Martin, un cineasta francés de izquierdas y anarquista, que vuelve a descubrir las vergüenzas del 11 M. Lo interesante es ver como se ha ignorado desde la mayoría de medios e incluso se llegó a censurar entrevistas a este realizador cuando se estreno en España.

Si necesitas refrescar la memoria sobre un caso tan complejo como el atentado del 11 M y la posterior sentencia es un buen documental ya que resume los puntos más polémicos de la sentencia y sus agujeros negros que vistos en perspectivas son cráteres.

Lo interesante del documental es que solamente hace uso de la sentencia final, que ya de por si no dictaminó quienes eran los culpables intelectuales, dio validez a la famosa Mochila de Vallecas admitiendo que no se sabía como había llegado allí rompiendo la cadena de custodia y el retiró de las pruebas finales del coche FABIA aparecido en una estación con ADN de los supuestos terroristas. Sin embargo sobre el famoso coche no se investigó quien lo colocó allí después del atentado.

Resumiendo, Cirylle Martin consigue resumir y explicar perfectamente como todo el caso se basó en pruebas circunstanciales y falsas y que a día de hoy los culpables, según su tesis, no lo serían.

Pero lo mejor de todo es que se basa completamente en las grabaciones del juicio y es un placer ver como se va destruyendo todo este enorme castillo de naipes a lo largo del metraje mantenido por todas las fuerzas políticas españolas de entonces y por la estructura estatal.

Ha sido una sorpresa encontrarme con este remake de la antigua película de Bronson. Tenía mis temores con la dirección de Eli Roth, más por sus últimas películas, pero nos factura un producto bien rodado y montado donde la historia funciona a un buen ritmo. Aquí no vas a ver a Willis repartiendo estopa a diestro y siniestro desde el principio. Esto va de una persona que pierde su familia y se va adentrando poco a poco en ese sentimiento de venganza tan humano y oscuro. Y Roth lo consigue... y Willis por fin en un papel a su medida.

Sin embargo, los tiempos de hoy no son los tiempos del film original de Bronson, los 70, y la violencia que se vivió en aquella época no se puede comparar con la actualidad. Aquí los malosos son ladronzuelos de tres al cuarto mientras los de Bronson eran auténticos pandilleros salidos del infierno. Esto lo vemos prefectamente en una escena, un claro homenaje al film original, cuando Willis ante un ladrón de maletas le señala con el dedo como disparando mientras que en el original, Bronson hacia lo mismo a 4 pandilleros que estaban acosando a una pobre mujer.


Sorprende ver como los críticos profesionales en EEUU, la mayoría dentro de la órbita demócrata, la han MASACRADO en las críticas no por su validez como propuesta de entretenimiento ni por su calidad cinematográfica, sino por su supuesta defensa del ideario republicano respecto a las armas. Una FAKE CRITICA en toda regla. Es lo que hay hoy en día... si haces determinadas historias multiculturetas con determinados temas aunque sean un bodrio el trato va a ser muy, pero que muy positivo por los defensores de lo que debes pensar y creer.

Aunque es interesante hacer ver, que dejando fuera la temática de venganza, retrata la tienda de armas y a su dependienta la dependienta desde un punto de vista bastante paródico e irónico.

PROS

- La ciudad de Chicago envuelta en la niebla y sus secuencias de acción con una cámara bastante estática para lo que se acostumbra hoy en día. El momento del heladero es sublime.

- Los toques de humor negro de Eli Roth (la vendedora de armas, los anuncios en la televisión) y sus cuatro escenas un tanto gores ( Willis pegándose una herida con superglu, las operaciones en el hospital). La crítica a las redes sociales, aunque superficial, también es de agradecer.

Una cinta entrañable basada en una obra de teatro de principios de siglo con un claro carácter folletinesco. Es una obra coral donde la tonta del bote tampoco tiene tanto tiempo en pantalla, con personajes bien construídos y muy arquetipicos. El lenguaje y el ambiente chulapo está bastante exagerado llegando al culmén con la pareja de chulos de Madrid. Arturo Fernandez haciendo de galán y Lina Morgan clava su papel.

Leches, si es que te partes. Y encima entiendes a los actores y vocalizan bien. Le clavo un seis porque es un producto muy interesante. Bién vale un visionado.

La muerte del Pirulo ocasiona un multitudinario entierro en su pueblo. Tanta gente acude que el prostíbulo Casa Flora, regentado por Lola Flores, se convierte en hotel. A partir de aquí nos encontramos con una película coral, con decenas de personajes variopintos y cuatro o cinco historias que se van entrelazando: líos de faldas, Camarón con un compañero haciendo de unos ladrones que llegan al hotel, una abuela espía y un grupo de putas adorables. Por supuesto así suena muy bien, pero en general las historias se pierden y se desaprovechan los buenos mimbres. Sin embargo, los actores te sacan de vez en cuando una sonrisa.

El resultado final es bastante irregular con algunos personajes cansinos y otros más divertidos. También tenemos números musicales para el lucimiento de Lola y Estrellita Castro. Por supuesto, para los nostalgicos y los fans de Lola Flores es una película con la que disfrutarán.

Dos personajes son inmejorables:

- El torero "virgen" que no ha conocido mujer y que es acosado por las prostitulas.
- El pobre catalán, casado con una mujer histérica y controladora, que no le dejará tranquilo en toda la película.

Después de ver la nota del resto de compañeros uno se espera un auténtico bodrio infumable... pues resulta que es bastante pasable. Se nota el alto presupuesto que se gastaron y el resultado no está nada mal.

Pero en especial sorprende el juego de ilusión y realidad con el que juega el director, un cine dentro del cine, ya que el film se desarrolla en un teatro durante el estreno de la nueva película de dos actores, que son la Pantoja y José Coronado. La cinta nos contará dos historias... una primera que será la película del estreno y donde aparecen los números musicales de la Pantoja envueltos en una historia tipo el "Último cuplé", y una segunda en el edificio del teatro con temática de poker, drogas y muertes con un Coronado pasadísimo de rosca.

Este argumento sin irnos tan lejos es de la última película de Orson Welles, "Al otro lado del viento", sin estrenar en esa época.

Supongo que la gran cantidad de doses y unos será de espectadores que no ha visto la cinta y al ser de la Pantoja...Yo también lo hice en su momento, ahora por decencia cambio mi nota.