"El espia que se fue al norte" narra la historia de un espia surcoreano idealista que se infiltra en Norcorea, en busca de informacion sobre armas nucleares dentro de la decadas de los 90s.

La pelicula dura 2 horas, 20 minutos. Tiempo que no falta ni sobra. En ningun momento me senti aburrido de verla, aunque tiene partes lentas, despues hay momentos en la que la tension esta al maximo. Para ser una pelicula de espias, no es nada a lo que uno esta acostumbrado, como seria una de James Bond o Jack Ryan, sino que retrata la sutileza del oficio, como el espia se va mimetizando e incorporando sutilmente dentro de la clase politica de Corea del Norte. Tambien muestra la cruda realidad de lo que pasa (o paso, ya que poco se sabe de lo que ocurre adentro) en ese pais y que no quedan con indifirencia de ningun espectador. No hay bandos buenos e incorruptos, al haber en ambos malas practicas y conspiraciones

La pelicula no decae en ningun momento, manteniendose fiel a su idea de principio a fin y finalizando con una enseñanza de paz. Mas que una pelicula nacionalista, tipica del genero belico hollywoodense, esta trata mas de la amistad, que no hay un lado correcto y que las personas de distintas ideologias pueden comprenderse.

Esta pelicula facil podria tener un 10, pero queda flojo con las animaciones y efectos especiales, aunque no tan notorio.

Por eso se merece un 9.

La película tiene un argumento interesante para alguien que no está acostumbrado a ver este tipo de comedias románticas, donde se ve como se construye la relación de a poco, pero su duración es excesiva para llegar a su resolución. Son dos horas y algo en el que se podría resumir en 90 minutos. Y lo digo porque literalmente después del clímax hay 20 minutos de relleno.

En general no la encontré tediosa, en el sentido de que está mal hecha. No aburre, pero no emociona. Lo peor de la película es su protagonista masculino. Es el único personaje que yo encontré que actúo con un infantilismo extremo, obviamente es necesario porque el genera todo el conflicto, pero aun así es denso.

Tiene sus clichés como todas las películas de este género, así que, si te gustan los clichés y eres capaz de aguantar dos horas, véala.

Este documental parece más una redención de la alta cocina, conocida por su mal aprovechamiento de recursos alimenticios, que un documental que nos concientize sobre la gente en situación de indigencia.

A Massimo Bottura se le ocurrió la brillante idea de reutilizar los desechos de la Expo Milán 2015 para alimentar a los pobres, pero se le olvidó la parte más importante, alimentarlos.

Se ve como chefs internacionales y acreedores de estrellas Michelín cocinan platos artísticos, pero que quedan pobres en su función de nutrir. Las porciones son tan pequeñas que me hacen dudar si los indigentes que fueron a comer aya realmente quedaron saceados. Además, el documental muestra tan grandioso el proyecto, que hacen dudar si se trata de un acto totalmente desinteresado de Bottura, o si es simplemente un acto de egocentrismo para acaparar la atención de los medios.

Lo que hace más dudar es que en el comedor asiste realmente poca gente, según lo que se puede observar, en situación de calle. Hay refugiados, hombres afeitados, ancianos jubilados, y solo conté realmente como indigentes a la pareja inicial que vivía en la estación de tren, que extrañamente eran obesos, a dos amigos, donde uno rechazo una tortilla de maíz para el camino, y el jordiano que vino a estudiar a Italia, pero que abandonó, el resto no denota en su cuerpo las pericias de una vida sufrida.

Lo rescatable de este documental está en lo que uno puede comprender de los indigentes. Algunos que, aunque saben que de las limosnas es la única forma que tienen de sobrevivir, no lo aceptan totalmente. Otros que aunque podrían optar por vivir con mayor comodidad, prefieren vivir con absoluta libertad. Y esto hace reflexionar sobre que tal vez, la indigencia sea una elección de algunos, que prefieren vivir sin las cadenas de la sociedad, pero con un pie adentro de ella.

Esta película llega a ser lo más interesante que puede aspirar a ser dentro del género. Donde, si es que no es una obra basada en Shakespeare, la nobleza siempre es retratada como un conjunto de personajes sin empatía y conspiradores.

Lon personajes poseen personalidades simples, ambiciones y aspiraciones de una época donde faltaba educación, y en la cual no todo el mundo tenía lengua de plata. No hay monólogos inspiradores o frases impactantes. Solo son un grupo de nobles en busca de la independencia de su país. Hay malos y no tan malos, estando los ingleses que se aprovechan de los débiles, y los escoceses que matan como barbaros, pero por el pueblo.

Las batallas son de lo que mejor que he visto en una película con espadas y escudos. Cada herida sangra, cuando caen al lodo se ensucian, quedan manchados de la sangre de sus enemigos y las peleas son creíbles. No todo el mundo es un espadachín implacable y algunos mueren, pero los que sí lo son, se demuestra con unas batallas bien coreografiadas. Además, visualmente destaca mucho los increíbles paisajes de Escocia, donde se ven las verdes llanuras y los azulados ríos.

Personalmente, me alegro el desenlace y hace de una buena secuela “simbólica” de corazón valiente.

Recomendada .

Como ex-admirador de Bill Burr, me sentí decepcionado por su falta de actualización con su material humorístico. Repite los mismos chistes y comentarios ácidos que uno escucha con sus conversaciones en Conan y otros talks shows en los últimos años. Puede ser que es porque lo seguí mucho, y por ello, no me sorprendí con nada de lo que dijo en este especial.

También parece que ha dejado de lado el humor cínico, ese que nos hacía ver las estupideces del comportamiento humano y que nos daba muchas risas al reconocer tales verdades, por uno más a la defensiva, interrumpiendo su propio ritmo, ese que lo caracterizaba, con comentarios como "no se lo tomen a mal" o "muy en serio", "solo estoy diciendo", siendo que su público ya conoce de antemano a lo que va, así como sus telespectadores. Además, a adoptado con demasiado fervor la lucha contra la justicia social y se dedicó en su mayoría a criticar tales movimientos y sus personas, sin ningún tipo de "punch line".

Recomiendo ver sus especiales anteriores I'm sorry you feel that way y Walk your way out.