Vamos a ver, ésta es de esas películas que mejor reflejan la hipocresía de la sociedad. Está claro que el argumento no hay por donde cogerlo, y que tiene más idas de pinza que los locos éstos que salen en el "Qué apostamos..." haciendo de su cara el tendedero de su casa, pero el que no reconozca que se lo pasa de vicio viendo las locuras de esta gente, no dice la verdad. Ver a Bruce Willis haciendo lo que mejor sabe, de broncas, o al gran Steve Buscemi a lomos de una cabeza nuclear no tiene desperdicio. En definitiva, una película que no contiene mensajes filosóficos, pero con la que te lo pasas de cine, nunca mejor dicho.

Indefendible. Verdaderamente mala. Insultante. Vergonzosa. Horrorosa desde el segundo uno hasta el final. Insoportable del todo. Pesadísima. Absurda. Es que no encuentro una expresión que alcance a definir lo lamentable que es esta maldita película. No, es que ni siquiera merece el calificativo de película, ni de obra, ni de producción, ni nada que implique cierta dedicación, o elaboración, o respeto por el ser humano. Está bien que sea serie Z, y que conste que soy un defensor absoluto del género, pero es que atrocidades como ésta no hacen más que ofender al que la sufre. La primera tiene un pase, y cosillas aceptables, incluso se sustenta débilmente en un flojísimo guión. Con la segunda ya te das cuenta de que ésta gente ha perdido el rumbo. Pero es que la tercera parte, madre mía la tercera parte. No es fantástico, no es comedia, no es terror..., bueno aunque miedo sí que ofrece. Verdadero pánico, saber que hay gente dispuesta a invertir dinero y tiempo en basura como ésta. Le doy un 1 porque es la nota más baja que se le puede conceder. De verdad, lamentable.

Otro ejemplo de película entretenida, con puntos de interés, pero que ni mucho menos cambiará los conceptos de la historia del cine de terror. Y soy muy atrevido catalogándola como una obra de miedo, o de terror, como se prefiera. Encajaría mejor como cinta (permitidme el calificativo de "cinta", pero es para no repetirme) de suspense, o malrollera en general. Tirando de multitud de tópicos, nos presentan a los clásicos jóvenes pijos (si no ya me explicaréis quién se va de vacaciones en plan carretera y mochila, y en lugar de alquilar el coche, lo compran, pero allá ellos con su dinero). Bueno eso, que va sobre tres amiguitos empeñados en llegar al culo del mundo (supuesta zona de avistamiento de OVNIS) y en los problemas que se encuentran cuando todo les empieza a ir de mal en peor. Como punto positivo destacar el papel del sádico de turno, bastante macabro. Como punto negativo, una historia mil veces vista, una primera mitad demasiado lenta y larga, y un doblaje al castellano bastante mediocre.

Pese al nuevo discurso y la línea artística y argumental introducida por Christopher Nolan, no se puede negar el enorme valor y el gran mérito que tiene esta adaptación realizada por el genial y atormentado Tim Burton. A medio camino entre el cine más oscuro y la comedia más surrealista, encontramos a un inesperadamente genial Michael Keaton en un duelo interpretativo memorable con el casi incombustible Jack Nicholson (y digo casi debido a sus papeles más recientes, que dejan bastante que desear). La interpretación que hizo del Joker introdujo un referente según el cual se valorarían el resto de villanos de la historia del sufrido cine de superhéroes (los que más lo sufrimos somos los espectadores, por desgracia). En definitiva, una excepcional película, una increíble historia, muy buenas interpretaciones, y el valor de afrontar una película basada en un cómic en una época en la que esta tendencia no suponía el filón que representa hoy en día.

Si en las innumerables bases de datos de cine que existen en el mundo hubiese una lista de películas aburridas, seguro que entre las cinco primeras estaría la que aquí me obliga a realizar este comentario. ¿Pero por qué narices en cada viaje de largo recorrido en autobús ponen esta película?¿Va en el lote de todo buen conductor de guaguas? Es que me los imagino antes de empezar el viaje: latas de refresco para la neverita del salpicadero (que le cuestan 45 centimos y las venden a 2 euros), la foto de sus hijos con el lema más macabro que ha ideado el deficiente sistema escolar español, y que no es otro que el de "Vuelve papá, te esperamos" (típico trabajo de manualidades para el día del padre), que dices tú desde tu asiento, "Tranquilo no vas". Y el elemento más desquiciante para los pobres viajeros que durante varias horas soportan el duro trayecto (¿por qué siempre nos toca en el lado que pega el sol?), "El informe pelícano". Empiezo a pensar que a la hora de comprar las películas para el viaje les hacen descuento en títulos como éste. Ni Julia Roberts, ni Denzel Washington, nada de nada. A los cinco minutos intentas actuar no sólo como instigador o motivador de la rebelión a bordo, si no que te eriges como salvador del resto del pasaje, y tu ira se traduce atacando al único punto débil de esa mitológica figura que supone el "Busero", y que no es otra que las cancioncitas típicas de los viajes. Usemos nuestras armas, compañeros. Resistiremos.