Una adolescente un tanto complicada (de entrada, no sabemos por qué, pues aparentemente es muy normal), conoce a un chico por la red y se enamora de él. Empiezan a verse, se gustan mucho pero no se entiende muy bien esta especie de relación-no-relación que tienen. De repente él está muy ocupado y no quiere verla más. ¿Alguien lo entendió? Yo no. Ella insiste y se arrastra todo lo que hace falta para que él vuelva a hacerle caso. Una buena mañana la protagonista se da cuenta de que vomitar alivia su dolor. ¡Pum! Bulimia. ¿Así de repente? Sí, así de repente. A partir de ahí todo se vuelve monótono. La protagonista ve al chico en cuestión y vomita, repetidas veces. Aparte de que cada vez estaba más blanca yo no le vi ningún cambio notable. La China Suárez tan linda como siempre. Perdón, pero me parece que se han tomado este trastorno alimenticio a la ligera. Y no se trata de que la película se centre en eso, porque es perfectamente respetable que se centre en la relación de los dos jóvenes. Pero es que Abzurdah no trata ni una cosa ni la otra. Todo es superficial, nada dice nada. Una pena, pues la historia en sí es dramática y podría tener una profundidad inmensa. Absurdo.