Y pronto vino la obscuridad (1970)

Jane y Cathy (Pamela Franklin y Michele Dotrice), dos guapas jóvenes enfermeras inglesas en vacaciones que se hayan haciendo turismo cruzando Francia en bicicleta, se fijan en un apuesto tipo que se haya sentado a unos metros de ellas en la terraza de un bar de un pueblo en el que se habían detenido a tomar un refrigerio; tras lo cual montan en sus bicicletas y reanudan viaje, viendo en la escena siguiente como ese tipo de la terraza pone mirada interesada, se monta en su Lambretta y enfila por el mismo camino que tomaron las jóvenes.

Tras una discusión entre las jóvenes por la logística del viaje, la sensual rubia Cathy se queda sola tomando el sol en unos pastos al borde de la carretera, y Jane sigue viaje enfadada con su compañera, volviendo en su busca cuando se la pasa el enfado y encontrando el lugar donde había dejado a esta vacío y con evidencias de haber sucedido algo extraño (cosa que al espectador ya le consta debido a unas escenas en la que sin ver al intruso ha sido testigo mediante una escena que se corta de forma abrupta de que alguien se acerco a ella); todo esto con el tipo de la Lambretta brujuleando alrededor, y una nutrida nomina de inquietantes lugareños que dado que no vimos al asaltante, cualquiera de ellos pudiera ser el agresor.

Dirigida por Robert Fuest ("El abominable doctor Phibes 1971" y su secuela del 72), estamos ante un interesante y entretenido thriller británico, en el que todo sucede a la luz del día de apartados villorrios y solitarios parajes, siendo esta particularidad uno de los mayores aciertos de la película; hasta los últimos minutos de la función no sabemos qué ha pasado con Jane, toda la colección de miradas torvas y conversaciones inquietantes entre lugareños que vemos son las mismas a las que asiste Jane, logrando con ello generar un más que digno suspense durante todo su metraje, dejándote llevar por esa amalgama de pistas falsas y probables culpables, que trasciende de digna serie B de suspense a estiloso y logrado thriller rural debido sobre todo a ese anteriormente mencionado escenario de la acción a plena luz del sol, a la buena banda sonora de Laurie Johnson, algún que otro encuadre realmente resultón del interesante Robert Fuest, y a la buena interpretación de Pamela Franklin.

Recientemente se ha rodado un remake ("And Soon the Darkness 2010") en el que las turistas son norteamericanas y el país donde se desarrolla la acción, es Argentina.

"And Soon the Darkness" nos presenta a dos jovencitas que pasan sus vacaciones yendo en bicicleta por las rutas desoladas de Francia. Debido a una pelea entre ellas deciden separarse, lo cual da motivo a la desaparición de una y la desesperada búsqueda por parte de la otra, quien intenta conseguir ayuda de los misteriosos lugareños de la zona.

Así se plantea un thriller repleto de intriga, donde lo más destacado es la ambigüedad en las intenciones de todos los personajes que aparecen en el relato.

El director presenta una trama engañosa, donde uno como espectador se ve absorbido en la desesperante sensación que padece una de las jovencitas que ha perdido a su amiga y no puede confiar en ninguno de los misteriosos pueblerinos que intentan colaborar con ella. Además el no manejar el idioma francés será otro gran inconveniente, pues no podrá expresar sus temores ante quienes intentar colaborar y tampoco comprende qué es lo que dicen los aldeanos entre ellos.

Como dije anteriormente, el misterio y el clima de desconfianza que se va generando con el relato es lo mejor de esta cinta, la cual depara un par de giros sorpresas y mucho suspense.

Es una obra que no muestra casi nada de sangre, pues su propuesta pasa más por generar sensaciones de amenaza y de horror psicológico.

Otro aspecto a destacar son las locaciones fílmicas. La cinta tiene siempre de telón de fondo una campiña francesa, una ruta desolada y unos densos bosques. Ello contribuye a generar ese clima de peligro y de indefensión constante, pues una desamparada jovencita queda a merced de unos extraños pobladores, quienes no son del todo honestos en sus intenciones.

En fin, los sugerentes paisajes naturales y la permanente sensación de desprotección que experimenta el personaje femenino principal constituyen la clave para hacer de este thriller psicológico una potable oferta repleta de suspense y muy digna de ser vista.