Los chicos crecen (1942)

Seria película, muestra de ese buen cine argentino que suele pasar desapercibido pero que encierra mérito suficiente para gozar de muy alta consideración.
No vamos a descubrir ahora a C.H. Christensen pero hay que admitir que esta producción reúne los valores de un excelente guionista y de un director eminente.
La historia fluye como un torrente y el patio de butacas apenas puede contener su deseo de anticipar la escena siguiente.
La vertiente psicológica se dirime con maestría y se resuelve en una magnífica ejecución cinematográfica llena de credibilidad y capacidad de fabulación.

Otra película de Christensen basada en una obra de teatro, de esas que por alguna razón tenían mucho éxito en los 30s y que hace décadas que nadie representa y lo bien que hacen, ya que sus premisas son anacrónicas e inverosímiles como ellas solas, me cuesta entender el éxito que tuvieron en su momento.
Me cuesta entender esta porque por su conflicto es una farsa, pero la forma en la que lo retratan y el arco narrativo de los personajes, su forma de comportarse es mucho más sobria y "realista", por lo que el tono es irregular, si bien no se anula del todo esa mezcla de farsa y sobriedad, tampoco fluye, bah para ser justo hacia el final sí.
Lo mejor: Cristina, es un personaje interesante, más que por sus acciones por como la retrata la película, no la juzga, la comprende, no es poco para la época.
Es ágil, y Christensen la filma con mucha elegancia.
Lo peor: la primera mitad es insoportable, ya que el peso está por completo en Enrique, un sinvergüenza, mentiroso, infiel, oportunista, manipulador, y Antonio, un pelele sin dignidad que le cubre todas las porquerías a su amigo porque este lo mantiene. Lo peor esa especie de comedia sin humor, sobre las porquerías que hacía Enrique.