La chamuscada (Tierra y libertad) (1971)

En México la palabra Chamuscada, se refiere a, “Quemarse con una actuación vergonzosa”. Metafóricamente, en Colombia la Chamuscada (o chamuscar) es, “quemar en el helecho al cerdo, luego de sacrificarlo”, para luego consumirlo en las fiestas. Como puede advertirse, la relación es evidente.

El escritor (y director), Luis Alcoriza, en compañía de Juan de la Cabada, escribieron este guion que titularon, <<LA CHAMUSCADA (Tierra y Libertad)>>, el cual por alguna razón pasó a manos de, Alberto Mariscal, para que lo dirigiera. Quizás, la amplia experiencia de este director en el western mexicano y en la dirección de escenas de masas, lo hacía apto para un proyecto como éste donde la revolución de principios del siglo XX es el centro de la temática.

¿Qué incentivó La Revolución Mexicana? La fuerte desigualdad social donde la riqueza se concentraba en unos pocos. El despojo de tierras a los campesinos. La falta de libertades políticas. La represión y el abuso de las fuerzas del Estado. La sobreexplotación en los medios laborales… y entre otras cosas, la ausencia de educación (el 80% de los habitantes era analfabeta).

Mientras en el norte, las tropas revolucionarias eran comandadas por Pancho Villa, en el sur las lideraba Emiliano Zapata. Éste, acordó con el presidente Madero lo que se llamó el Plan de Ayala, en el que se acordaba licenciar las tropas tras el cumplimiento de una serie de acuerdos que incluían una reforma agraria, devolución de tierras, indultos para los presos políticos y otras… pero Madero incumplió, y con mayor ímpetu, el ejército de Zapata se alzó contra el presidente. En ese entonces, 1911, se popularizó el famoso lema: “La tierra para el que la trabaja” y en las paredes abundaban los grafitis que pedían, “Tierra y Libertad”.

Es en ésta etapa de la revolución que se desarrolla la historia de, <<LA CHAMUSCADA>>, teniendo como protagonista a, Margarito Herrero, curtido empleado de un hacendado llamado, Don Augusto, al que sirve con desgano porque se siente explotado junto con su hija, Chabela. A la primera oportunidad, Margarito y su hija se unen a una facción del ejército de Emiliano Zapata que comanda Pablo Aguirre, y tras autonombrarse coroneles, entre ambos dirigen la lucha contra las fuerzas del gobierno.

En el proceso, habrá una serie de situaciones que ilustrarán la amistad y la lealtad; el compromiso con la palabra y con los ideales de lucha… y la traición de que se puede ser víctima cuando se cree en una falsa amistad.

No obstante la austeridad de recursos (limitadas localizaciones, fotografía casi al natural, escasez de vestuario…), la efectividad del guion y las acertadas interpretaciones de, Emilio Fernández, Rodolfo de Anda, Irma Serrano, Guillermo Álvarez Bianchi y Luis Aguilar, hacen que la película consiga envolvernos en su trama… y nos queda la sensación de haber visto otra de las tantas y tan dolorosas historias que deja la lucha armada.

Alberto Mariscal, me sigue resultando un director bien interesante.