Revolución interplanetaria (C) (1924)

Es difícil comentar una película de propaganda. Propaganda de la dura. Con poco trabajo intelectual, pensada en enardecer las masas que la viesen. Esvásticas en el culo de los malos, gordos sebosos capitalistas que se esconden cobardemente ante la llegada de la revolución y el padrecito Stalin presente y sonriente, exportando la revolución más allá de nuestro planeta, enfrentándose a una flotilla de naves capitalistas que pretenden detenerlo. Todo muy propagandístico. Pero de garrafón, de trazo burdo, aunque efectivo.

Dibujos muy, pero que muy toscos, animaciones deficientes, uso de imágenes reales, la utopia en forma de revolución industrial, remaches y cohetes, y Lenin, cual espíritu, velando por el triunfo de la revolución. Lenin murió en enero de 1924, el año de la película y por las imágenes y la glorificación de Stalin, debió rodarse con él muerto. A revolucionario muerto, dictador puesto.

Curiosamente los tres directores llegaron a viejos. Sobrevivieron a esos tiempos.