Escena inicial (ESPAÑOL)
Ver 7 más- Sinopsis
- Brett McBain, un granjero viudo de origen irlandés, vive con sus hijos en una zona pobre y desértica del Oeste americano. Ha preparado una fiesta de bienvenida para Jill, su futura esposa, que viene desde Nueva Orleáns. Pero cuando Jill llega se encuentra con que una banda de pistoleros los ha asesinado a todos. (FILMAFFINITY)
- Género
- Western Spaghetti Western Venganza Película de culto
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1968 / Italia
- Título original:
- C’era una volta il West (Once Upon a Time in the West)
- Duración
- 165 min.
- Guion
- Música
Premios
1968: Premios David di Donatello: Mejor producción
1968: Sindicato Italiano de Periodistas de Cine: Nominada a Actor Sec. (Ferzetti)
1970: Laurel Awards: 3º lugar en Mejor Actor de Reparto (Charles Bronson)
"Film imprevisible que deja patente las características que hicieron famoso el cine de Leone. Lástima que su largo metraje rebaje la calidad final"
Fernando Morales
[Diario El País]
12
8
Positiva
4
Neutra
0
Negativa
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La danza de la muerte
24 de octubre de 2007
“Centauros del desierto”, “Rio Bravo”, “Grupo salvaje”, “Sin Perdón”... excelentes westerns todos ellos. Magníficos, irrepetibles... sublimes, tal vez.
Sin embargo, por encima de ellos, un peldañito tan sólo, se encuentra en mi particular santuario cinéfilo esta inconmensurable obra maestra. Un 10. Sin paliativos.
“Once upon a time in the west” me marcó de adolescente. Como a una res. A sangre y fuego. Y me proporcionó los rudimentos suficientes para convertirme en recalcitrante cinéfilo hasta el fín de mis días.
La exigua carrera cinematográfica de Sergio Leone constituye un modélico ejemplo de evolución cualitativa. El italiano superaba película tras película las expectativas creadas por su propio público forjando trabajos de cada vez mayor envergadura. Tras finiquitar la trilogía del dólar, Leone decidió oficiar la extremaunción definitiva del spaghetti-western. Pero en lugar de optar por la vía rápida y pegarle dos balazos como cualquier cowboy que se precie haría con un caballo malherido, el gran Sergio decidió escenificar una lenta y agónica danza de la muerte. Para ello contó con la inestimable colaboración de un amigo de la infancia, el insigne compositor Ennio Morricone, sin el cual ese efecto multiplicador que comenta Tomine nunca hubiera sido posible.
Recomiendo a todos aquellos que jamás hayan experimentado el tan cacareado “efecto Stendhal” a que disfruten y paladeen este film. Sin nervios. Sin prisas. Degustándolo plácidamente. Secuencias como la llegada de Jill a la estación de Flagstone o el duelo final entre Harmónica y Frank son, además de antológicas, excelentes testimonios que constatan de qué manera pueden estimularse sensibilidades tan burdas y cavernarias como la mía.
Sin embargo, por encima de ellos, un peldañito tan sólo, se encuentra en mi particular santuario cinéfilo esta inconmensurable obra maestra. Un 10. Sin paliativos.
“Once upon a time in the west” me marcó de adolescente. Como a una res. A sangre y fuego. Y me proporcionó los rudimentos suficientes para convertirme en recalcitrante cinéfilo hasta el fín de mis días.
La exigua carrera cinematográfica de Sergio Leone constituye un modélico ejemplo de evolución cualitativa. El italiano superaba película tras película las expectativas creadas por su propio público forjando trabajos de cada vez mayor envergadura. Tras finiquitar la trilogía del dólar, Leone decidió oficiar la extremaunción definitiva del spaghetti-western. Pero en lugar de optar por la vía rápida y pegarle dos balazos como cualquier cowboy que se precie haría con un caballo malherido, el gran Sergio decidió escenificar una lenta y agónica danza de la muerte. Para ello contó con la inestimable colaboración de un amigo de la infancia, el insigne compositor Ennio Morricone, sin el cual ese efecto multiplicador que comenta Tomine nunca hubiera sido posible.
Recomiendo a todos aquellos que jamás hayan experimentado el tan cacareado “efecto Stendhal” a que disfruten y paladeen este film. Sin nervios. Sin prisas. Degustándolo plácidamente. Secuencias como la llegada de Jill a la estación de Flagstone o el duelo final entre Harmónica y Frank son, además de antológicas, excelentes testimonios que constatan de qué manera pueden estimularse sensibilidades tan burdas y cavernarias como la mía.
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El lirismo de lo abstracto
5 de mayo de 2006
Antes de ver nada de Leone, esperaba un cine tosco, cutre y envejecido.
Me encontré lo contrario: un cine estilizado, lírico y atemporal.
Leone supo ver que la acción en el cine está reñida con la intensidad. Y la suprimió.
También observó que la emoción en el cine procede del efecto multiplicador de la imagen en conexión con la música. Así que colocó a ambas al mismo nivel.
La máxima pureza en el cine se obtiene mediante la abstracción: la forma no es vehículo de contenido sino que es contenido en sí misma.
Sin personajes, sin profundidad y sin reflexiones, "Hasta que llegó su hora" es arte en estado puro. Y el duelo final, un ejemplo de hasta dónde el cine puede llegar.
Me encontré lo contrario: un cine estilizado, lírico y atemporal.
Leone supo ver que la acción en el cine está reñida con la intensidad. Y la suprimió.
También observó que la emoción en el cine procede del efecto multiplicador de la imagen en conexión con la música. Así que colocó a ambas al mismo nivel.
La máxima pureza en el cine se obtiene mediante la abstracción: la forma no es vehículo de contenido sino que es contenido en sí misma.
Sin personajes, sin profundidad y sin reflexiones, "Hasta que llegó su hora" es arte en estado puro. Y el duelo final, un ejemplo de hasta dónde el cine puede llegar.
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