2 de mayo de 2018
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El vaivén azaroso de una historia galante introduce la trama por el camino de un romance cuyos perfiles cautivan al espectador.
J. Fontaine une sus cualidades para la seducción a unas dotes excepcionales para la interpretación y de ese modo convierte su papel en un ejemplo de actuación frente a las cámaras.
S. Wood se recrea en el juego de las ocultaciones y resulta casi imposible no dejarse engatusar por sus escenas evanescentes, por su fotografía delicada y por el fulgor de las luces que matizan el blanco y negro como una provocación.
Todo posee el sello de la insinuación: las tramas que se entrecruzan, las miradas arteras, el complot de un guión cuidado hasta los mínimos detalles y la hábil mano del director que maneja como pocos los hilos de una escuela cinematográfica de altura.
Para que nadie escape a su fascinación.
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?