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Voto de Gabriel Ufa:
10
8.4
99,113
Drama. Romance
Años 40. A consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, Casablanca era una ciudad a la que llegaban huyendo del nazismo gente de todas partes: llegar era fácil, pero salir era casi imposible, especialmente si el nombre del fugitivo figuraba en las listas de la Gestapo, que presionaba a la autoridades francesas al mando del corrupto inspector Renault. En este caso, el objetivo de la policía secreta alemana es el líder checo y héroe de la ... [+]
13 de febrero de 2010
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver “Casablanca” me ratifico en mi idea de que no hay una actriz más guapa que Ingrid Bergman. Las podrá haber mejores (que lo dudo) pero no más guapas.
La verdad es que si yo fuera director me gustaría tener todo atado y bien atado. No podría trabajar sin un guión completo y claro, aunque luego se hicieran modificaciones. Quizá por eso aprecio tanto a directores como Rossellini, capaces de trabajar con apenas un pequeño borrador o, en este caso a Michael Curtiz. Es sabido que cuando se empezó “Casablanca” (¿qué hubiera sido con Ronald Reagan y Ann Sheridan, las primeras elecciones?) apenas se tenía un tercio de guión. Ingrid Bergman estaba confundida y no lo pasó nada bien durante el rodaje, debido a la indefinición de su personaje: no sabía si estaba enamorada de su marido o de Rick. Lo cierto es que esa pequeña ambigüedad favorece mucho la trama. En la biografía de Ingrid de Ed Sikov, ella cuenta:
“Nos entregaban 9 páginas de diálogo cada día, y teníamos que ensayar y memorizar pequeños fragmentos de él… ¡y reelaborar el personaje en consecuencia! Cada vez que preguntaba a Curtiz quién era yo en la película, qué sentía, qué estaba haciendo, él respondía: `Bueno en realidad no estamos seguros, pero hagamos esta escena y mañana veremos´. ¡Realmente era algo imposible!”
Actualmente, la Asociación de Guionistas de America (Writers Guild of America) considera su argumento como el más importante de la Historia del Cine.
Una de las mayores virtudes de “Casablanca” es que se ve una y otra vez y siempre gusta. Empezando por el inolvidable Café Rick´s (¿a quién no le hubiera gustado tomarse una copa con Ilsa o Rick?) en donde un bullicioso microcosmos recrea una suerte de ONU (de los 14 papeles de los títulos de crédito, sólo 3 son estadounidenses) en donde cada uno lucha por salvar su pellejo.
Se da una maravillosa conjunción de actores y factores que la hacen mítica.
Lo tiene todo: impecable dirección, argumento de los que marcan, actuaciones –todas- que rayan la perfección, vestuario y decorados perfectamente insertados en la historia, una banda sonora inolvidable y todos esos elementos intangibles como la nostalgia, los recuerdos marcados a fuego, el exotismo y su bella fotografía, la lucha por los ideales de la libertad que son más fuertes que la mayor de las pasiones, el romanticismo…
El momento en que suena La Marsellesa es una explosión gloriosa de júbilo. Se refleja perfectamente la opresión, el sentir de los Aliados frente al poder devastador nazi que extiende sus tentáculos en cualquier parte (ya lo dice el corrupto jefe de policía francés, Claude Rains: Rick sigue siendo un sentimental). Una perfecta recreación del ambiente de la Segunda Guerra Mundial sin que tenga que aparecer una trinchera o toda una ciudad ocupada.
En definitiva, una película que más que verse, se vive.
La verdad es que si yo fuera director me gustaría tener todo atado y bien atado. No podría trabajar sin un guión completo y claro, aunque luego se hicieran modificaciones. Quizá por eso aprecio tanto a directores como Rossellini, capaces de trabajar con apenas un pequeño borrador o, en este caso a Michael Curtiz. Es sabido que cuando se empezó “Casablanca” (¿qué hubiera sido con Ronald Reagan y Ann Sheridan, las primeras elecciones?) apenas se tenía un tercio de guión. Ingrid Bergman estaba confundida y no lo pasó nada bien durante el rodaje, debido a la indefinición de su personaje: no sabía si estaba enamorada de su marido o de Rick. Lo cierto es que esa pequeña ambigüedad favorece mucho la trama. En la biografía de Ingrid de Ed Sikov, ella cuenta:
“Nos entregaban 9 páginas de diálogo cada día, y teníamos que ensayar y memorizar pequeños fragmentos de él… ¡y reelaborar el personaje en consecuencia! Cada vez que preguntaba a Curtiz quién era yo en la película, qué sentía, qué estaba haciendo, él respondía: `Bueno en realidad no estamos seguros, pero hagamos esta escena y mañana veremos´. ¡Realmente era algo imposible!”
Actualmente, la Asociación de Guionistas de America (Writers Guild of America) considera su argumento como el más importante de la Historia del Cine.
Una de las mayores virtudes de “Casablanca” es que se ve una y otra vez y siempre gusta. Empezando por el inolvidable Café Rick´s (¿a quién no le hubiera gustado tomarse una copa con Ilsa o Rick?) en donde un bullicioso microcosmos recrea una suerte de ONU (de los 14 papeles de los títulos de crédito, sólo 3 son estadounidenses) en donde cada uno lucha por salvar su pellejo.
Se da una maravillosa conjunción de actores y factores que la hacen mítica.
Lo tiene todo: impecable dirección, argumento de los que marcan, actuaciones –todas- que rayan la perfección, vestuario y decorados perfectamente insertados en la historia, una banda sonora inolvidable y todos esos elementos intangibles como la nostalgia, los recuerdos marcados a fuego, el exotismo y su bella fotografía, la lucha por los ideales de la libertad que son más fuertes que la mayor de las pasiones, el romanticismo…
El momento en que suena La Marsellesa es una explosión gloriosa de júbilo. Se refleja perfectamente la opresión, el sentir de los Aliados frente al poder devastador nazi que extiende sus tentáculos en cualquier parte (ya lo dice el corrupto jefe de policía francés, Claude Rains: Rick sigue siendo un sentimental). Una perfecta recreación del ambiente de la Segunda Guerra Mundial sin que tenga que aparecer una trinchera o toda una ciudad ocupada.
En definitiva, una película que más que verse, se vive.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Luego están los diálogos, con frases inolvidables, quizá las más célebres con permiso del “A Dios pongo por testigo”:
-Tócala, Sam, tócala… As time goes by (en lugar del “Tócala otra vez Sam”, que ya ha pasado a la Historia, aunque realmente no lo dice así)
-La has tocado para ella, así que puedes tocarla para mí. Tócala-. Una canción que es amor y melancolía.
“Son cañonazos o los latidos de mi corazón” dentro de un maravilloso flash-back de dos enamorados, en el que los ojillos no pueden sino humedecerse considerablemente al ver a estas dos figuras inconmensurables (pues sí, alguna lagrimilla hubo)
O la última frase ideada por Wallis: “Louis, creo que esto es el principio de una hermosa amistad”, que fue rodada dos semanas después de que el reparto fuera disuelto.
Billi Wilder dijo que sin ser la mejor, es la película más amada, pues la riqueza de sus angulaciones y ambigüedades ofrece tantos pliegues que siempre, cuando se vuelve a ver, se ve por primera vez. Si lo dice Billy, yo no lo voy a contradecir.
Todo mi agradecimiento al Festival Retroback de Granada 2010 por permitir ver esta mítica (y mil adjetivos más) película en pantalla grande. Domingo 7 Febrero, Teatro Isabel La Católica.
-Tócala, Sam, tócala… As time goes by (en lugar del “Tócala otra vez Sam”, que ya ha pasado a la Historia, aunque realmente no lo dice así)
-La has tocado para ella, así que puedes tocarla para mí. Tócala-. Una canción que es amor y melancolía.
“Son cañonazos o los latidos de mi corazón” dentro de un maravilloso flash-back de dos enamorados, en el que los ojillos no pueden sino humedecerse considerablemente al ver a estas dos figuras inconmensurables (pues sí, alguna lagrimilla hubo)
O la última frase ideada por Wallis: “Louis, creo que esto es el principio de una hermosa amistad”, que fue rodada dos semanas después de que el reparto fuera disuelto.
Billi Wilder dijo que sin ser la mejor, es la película más amada, pues la riqueza de sus angulaciones y ambigüedades ofrece tantos pliegues que siempre, cuando se vuelve a ver, se ve por primera vez. Si lo dice Billy, yo no lo voy a contradecir.
Todo mi agradecimiento al Festival Retroback de Granada 2010 por permitir ver esta mítica (y mil adjetivos más) película en pantalla grande. Domingo 7 Febrero, Teatro Isabel La Católica.