Media votos
6.2
Votos
3,106
Críticas
133
Listas
28
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de seagal4ever:
7
7.2
102,640
Drama
Ramón (Javier Bardem) lleva casi treinta años postrado en una cama al cuidado de su familia. Su única ventana al mundo es la de su habitación, que da al mar, donde sufrió el accidente que interrumpió su juventud. Desde entonces, su único deseo es morir dignamente. En su vida ejercen una gran influencia dos mujeres: Julia (Belén Rueda), una abogada que apoya su causa, y Rosa (Lola Dueñas), una vecina que intenta convencerlo de que vivir ... [+]
3 de noviembre de 2009
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amenábar se embarcaba en lo que sería su nuevo proyecto tras la taquillera “Los Otros”, y para sorpresa de muchos se iba a tratar de una historia intimista, alejada por completo del considerable presupuesto que manejó en el filme protagonizado por Nicole Kidman. Pudiera parecer un paso atrás en su carrera, pero en vista de los resultados cosechados creo que ha sido más bien lo contrario: un nuevo paso adelante en el camino hacia la gloria del cineasta español más laureado de los últimos tiempos. Entre los múltiples galardones logrados, nada menos que el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, además de 14 Goyas. La pregunta es: ¿los merece? La respuesta: en las próximas líneas.
La historia de Ramón Sampedro, con todos mis respetos, tenía toda la pinta de ser carne de telefilm. No ya sólo por la temática en sí, sino más bien por el hecho de desarrollarse fundamentalmente en un reducido número de espacios y por carecer casi por completo de acción. Es una historia intimista, carente de espectacularidad. Pero no por ello se trata de una historia menor, en absoluto.
Lo que podría haber sido un producto mediocre en manos de casi cualquier cineasta español, en las de Amenábar posee vida propia. Logra dotar al filme de unos matices y unas texturas realmente encomiables, sobre todo teniendo en cuenta las limitaciones narrativas a las que se enfrentaba. Limitaciones que, por otro lado, fueron ampliamente sobrepasadas por la magistral interpretación de Javier Bardem y por la sólida dirección de la que el director hace gala.
Pero no es oro todo lo que reluce. A nivel interpretativo creo que Bardem da una lección sin paliativos. Hecho que, si bien es positivo, supone dejar en ridículo al resto de los actores, que pese a esforzarse sobremanera no pueden hacerle sombra. Tampoco hay que dejar de señalar que, obviamente, el personaje de Ramón Sampedro es el que más posibilidades ofrece para lucirse.
La historia de Ramón Sampedro, con todos mis respetos, tenía toda la pinta de ser carne de telefilm. No ya sólo por la temática en sí, sino más bien por el hecho de desarrollarse fundamentalmente en un reducido número de espacios y por carecer casi por completo de acción. Es una historia intimista, carente de espectacularidad. Pero no por ello se trata de una historia menor, en absoluto.
Lo que podría haber sido un producto mediocre en manos de casi cualquier cineasta español, en las de Amenábar posee vida propia. Logra dotar al filme de unos matices y unas texturas realmente encomiables, sobre todo teniendo en cuenta las limitaciones narrativas a las que se enfrentaba. Limitaciones que, por otro lado, fueron ampliamente sobrepasadas por la magistral interpretación de Javier Bardem y por la sólida dirección de la que el director hace gala.
Pero no es oro todo lo que reluce. A nivel interpretativo creo que Bardem da una lección sin paliativos. Hecho que, si bien es positivo, supone dejar en ridículo al resto de los actores, que pese a esforzarse sobremanera no pueden hacerle sombra. Tampoco hay que dejar de señalar que, obviamente, el personaje de Ramón Sampedro es el que más posibilidades ofrece para lucirse.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La historia es un claro alegato a favor de la eutanasia desde el primero hasta el último de los fotogramas. Yo, sin embargo, no puedo evitar ver un canto a la vida allá donde pongo la mirada, en cada detalle, en cada mirada, en cada silencio. Amenábar y Mateo Gil tenían clara la idea que querían trasmitir, y creo que lo han logrado satisfactoriamente. Pero el guión no es todo lo sólido que debiera. Existen claras lagunas narrativas que impiden a la historia mantener un desarrollo dinámico, y no son pocas las veces que sufre un estancamiento. Es como si se les hubiera metido entre ceja y ceja que la película tenía que durar dos horas, y claro, para lograrlo han terminado llenándola de remiendos más o menos acertados. El metraje es a todas luces excesivo y desvirtúa, aunque sólo sea levemente, el resultado final.
En cualquier caso se trata de una buena película que juega con los sentimientos de manera bastante acorde y sin caer en el sentimentalismo barato. ¿Se merece todos los premios que recibió? Bien, creo que este aspecto sería más discutible y lo que yo pueda decir creo que poca relevancia va a tener. No me parece una obra maestra, pero desde luego que está muy por encima del nivel medio no ya de una película española, sino de cualquier nacionalidad. Y pese a lo complicado de salir airoso de un proyecto como este, creo que Amenábar lo ha sacado con una nota más que aceptable.
En cualquier caso se trata de una buena película que juega con los sentimientos de manera bastante acorde y sin caer en el sentimentalismo barato. ¿Se merece todos los premios que recibió? Bien, creo que este aspecto sería más discutible y lo que yo pueda decir creo que poca relevancia va a tener. No me parece una obra maestra, pero desde luego que está muy por encima del nivel medio no ya de una película española, sino de cualquier nacionalidad. Y pese a lo complicado de salir airoso de un proyecto como este, creo que Amenábar lo ha sacado con una nota más que aceptable.