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Voto de Maldito Bastardo:
7
9 de mayo de 2007
158 de 184 usuarios han encontrado esta crítica útil
Edgar Wright apretó el gatillo de la parodia más inteligente en el 2004 con “Zombies Party”. Apuntaba directamente a Romero pero su estilo de dirección y montaje se encaminaba claramente a Guy Ritchie. Era toda una brillante caricatura, que pocos pudimos disfrutar en pantalla grande en las escasas semanas que permaneció en cartel, y pese a su fallido y desinflado final que la hacía perder enteros quedaba una cinta con algunas recordables secuencias que cumplía su objetivo: hacer una inteligente parodia de un filme de zombis.
Y “Hot Fuzz” es la confirmación de Wright, tanto de crítica y público estadounidense, como hábil parodiador de géneros.
Esta vez toca las ‘buddie movies’ de acción y policías y siguen intactas las señas de identidad de su cine: montaje ágil y endiablo, repiten Simon Pegg, Nick Frost y Bill Nighy y la copia cómica se realiza sobre el homenaje evitando la senda de David Zucker o Keenen Ivory Wayans.
Buscar todas sus referencias es fácil si has visto o padecido “Le llaman Bodhi”, “Arma letal” o “Dos policías rebeldes”. Divertirse es más sencillo porque resulta imposible no reírse y disfrutar con una película que lleva el género de parodias a otro terreno al convertirse en lo que debería ser una película de acción: atractiva, dinámica, sorprendente, adictiva, entretenida y divertida.
Además, el tándem Wright/Pegg se reserva para el final un desenlace friqui, inteligente y espectacular, en un western moderno inédito, que provocará que a partir de este momento sea imposible tomarse en serio cualquier película de acción.
Y “Hot Fuzz” es la confirmación de Wright, tanto de crítica y público estadounidense, como hábil parodiador de géneros.
Esta vez toca las ‘buddie movies’ de acción y policías y siguen intactas las señas de identidad de su cine: montaje ágil y endiablo, repiten Simon Pegg, Nick Frost y Bill Nighy y la copia cómica se realiza sobre el homenaje evitando la senda de David Zucker o Keenen Ivory Wayans.
Buscar todas sus referencias es fácil si has visto o padecido “Le llaman Bodhi”, “Arma letal” o “Dos policías rebeldes”. Divertirse es más sencillo porque resulta imposible no reírse y disfrutar con una película que lleva el género de parodias a otro terreno al convertirse en lo que debería ser una película de acción: atractiva, dinámica, sorprendente, adictiva, entretenida y divertida.
Además, el tándem Wright/Pegg se reserva para el final un desenlace friqui, inteligente y espectacular, en un western moderno inédito, que provocará que a partir de este momento sea imposible tomarse en serio cualquier película de acción.