FA
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Voto de Coleccionista Visual:
8
6.4
94
Serie de TV. Intriga. Drama. Thriller
Serie de TV (2010). 120 episodios. Tres generaciones de mujeres que comparten una extraña tradición familiar: todas han quedado viudas en circunstancias extraordinarias; todas dan a luz exclusivamente a niñas. El fenómeno puede ser explicado lo mismo desde la lógica más impecable, que desde las paradojas del realismo mágico. Si lo suyo es una maldición, una trampa del inconsciente o una mera casualidad, queda a discusión de los ... [+]
19 de octubre de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una mujer entera… no necesita de media naranja. Una frase que trae consigo una misandria algo declarada, que aunada a la presentación de las Aparicio pareciera ir fortaleciendo el inminente linchamiento que nos confiere el simple hecho de ser hombres, pero que en su transcurrir se diluye a preámbulo.
Con tono mordaz cuatro mujeres tratan de asumir su autenticidad, defendiendo sus derechos en una sociedad de hombres, en la que su voz y voto casi siempre se relega a simples nimiedades y caprichos. Estás heroínas insumisas fracturan el clásico melodrama y ahondan en temas de actualidad, escasamente explorados en un medio masivo como la televisión, apegados a la libertad, la sexualidad y el placer.
Ellas gritan sin atadura alguna los temas considerados tabú como: prostitución masculina, lesbianismo, bisexualidad, poliamor, machismo y hembrismo inmutables y recalcitrantes, autoritarismo, entre otros tantos a lo largo de 120 capítulos, de los cuales resultan muchas interrogantes a la sociedad en su conjunto que implican directa e indirectamente a instancias jurídicas y religiosas.
El punto de vista de una mujer mayor respaldada por su experiencia, una antropóloga, una abogada y otra aspirante a actriz, fundamentan la trama con su inestabilidad como mujeres integrantes de la típica familia, en la que se rehusan adoptar el papel de abnegación. Las Aparicio se preguntan así mismas: ¿Cuál es la fórmula para lograr el éxito en este ámbito? Sin olvidar a su vez, casos palpables que atañen a la población mundial como la violencia intrafamiliar, el abuso infantil, la discriminación y auto-aceptación, estilos de vida, infidelidad y el derecho de elección.
Las Aparicio han roto con la telenovela tradicional en estructura, aunque puntualizan como antagonistas a varios aspectos que nada tienen que ver con lo que la multitud lo relaciona; aquí se conciben a través de una chica prejuiciosa e inadaptada a las ideologías de su familia, indispuesta a seguir los decretos de su abuela, madre o tías; otro elemento es la falta de compromiso, donde nadie lo asume por experiencias relacionadas mayoritariamente con el fracaso; y por último las actitudes que poco ayudan a entablar relaciones de cualquier tipo.
La historia se enriquece con la noticia actual, amparada por diferentes géneros, con dosis suficientes para un seguimiento hasta el último capítulo; interpretaciones convincentes que redimen a las mujeres atractivas (la dupla conformada por De la Garza y González-Rubio), con suficiente criterio para asumir los roles a cuadro; intervenciones afortunadas que suman credibilidad al proyecto (Erendira Ibarra - Alcázar) donde la naturalidad se proyecta y aunque divagan las utopías de vida, jamás se percibe como pretensioso.
Continúa en spoiler por falta de espacio.
Con tono mordaz cuatro mujeres tratan de asumir su autenticidad, defendiendo sus derechos en una sociedad de hombres, en la que su voz y voto casi siempre se relega a simples nimiedades y caprichos. Estás heroínas insumisas fracturan el clásico melodrama y ahondan en temas de actualidad, escasamente explorados en un medio masivo como la televisión, apegados a la libertad, la sexualidad y el placer.
Ellas gritan sin atadura alguna los temas considerados tabú como: prostitución masculina, lesbianismo, bisexualidad, poliamor, machismo y hembrismo inmutables y recalcitrantes, autoritarismo, entre otros tantos a lo largo de 120 capítulos, de los cuales resultan muchas interrogantes a la sociedad en su conjunto que implican directa e indirectamente a instancias jurídicas y religiosas.
El punto de vista de una mujer mayor respaldada por su experiencia, una antropóloga, una abogada y otra aspirante a actriz, fundamentan la trama con su inestabilidad como mujeres integrantes de la típica familia, en la que se rehusan adoptar el papel de abnegación. Las Aparicio se preguntan así mismas: ¿Cuál es la fórmula para lograr el éxito en este ámbito? Sin olvidar a su vez, casos palpables que atañen a la población mundial como la violencia intrafamiliar, el abuso infantil, la discriminación y auto-aceptación, estilos de vida, infidelidad y el derecho de elección.
Las Aparicio han roto con la telenovela tradicional en estructura, aunque puntualizan como antagonistas a varios aspectos que nada tienen que ver con lo que la multitud lo relaciona; aquí se conciben a través de una chica prejuiciosa e inadaptada a las ideologías de su familia, indispuesta a seguir los decretos de su abuela, madre o tías; otro elemento es la falta de compromiso, donde nadie lo asume por experiencias relacionadas mayoritariamente con el fracaso; y por último las actitudes que poco ayudan a entablar relaciones de cualquier tipo.
La historia se enriquece con la noticia actual, amparada por diferentes géneros, con dosis suficientes para un seguimiento hasta el último capítulo; interpretaciones convincentes que redimen a las mujeres atractivas (la dupla conformada por De la Garza y González-Rubio), con suficiente criterio para asumir los roles a cuadro; intervenciones afortunadas que suman credibilidad al proyecto (Erendira Ibarra - Alcázar) donde la naturalidad se proyecta y aunque divagan las utopías de vida, jamás se percibe como pretensioso.
Continúa en spoiler por falta de espacio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La creatividad plasmada en cada elemento de la serie hacen que sean signos de identificación: la música, ambientación, caracterización, encuadres, que van más allá de lo presentado en pantalla; esos cartones de entrada a la par de los créditos son irónicos, amparados por un tango característico de la propuesta.
El eje de campaña retoma la presencia y los elementos gráficos de una decoración de una casa con cierto toque clásico en el que sus habitantes rebasaron la ideología sin mucha apertura en los tópicos tratados.
Moisés Ortiz se supera así mismo con Las Aparicio, Bienes Raíces ya era una serie semanal que daba pauta para historias de mujeres pensantes, reales, que muestran el compromiso del director con sus guionistas por presentar a cuadro más que maniquíes preocupados por la última tendencia de la moda, guardando esa perfección en maquillajes, peinados, actitudes y hasta léxico reprimido y risorio empleado.
Argos Comunicación a la vanguardia en proyectos con este formato, en lucha por un espacio para su difusión.
Spoiler:
Cuando la propuesta parece haberse estancado, vienen escenas desencantadas que realzan el proyecto.
Bien la justificación para no llamar al servicio de terapia sexual, como algo relacionado con los llamados Chichifos.
Hay casos que no terminan por embonar en un proyecto debidamente calculado.
Si el cine te hace de amplio criterio, las series televisivas bien producidas también pueden aportar la reflexión y que haya apertura de ideologías entre los televidentes.
El eje de campaña retoma la presencia y los elementos gráficos de una decoración de una casa con cierto toque clásico en el que sus habitantes rebasaron la ideología sin mucha apertura en los tópicos tratados.
Moisés Ortiz se supera así mismo con Las Aparicio, Bienes Raíces ya era una serie semanal que daba pauta para historias de mujeres pensantes, reales, que muestran el compromiso del director con sus guionistas por presentar a cuadro más que maniquíes preocupados por la última tendencia de la moda, guardando esa perfección en maquillajes, peinados, actitudes y hasta léxico reprimido y risorio empleado.
Argos Comunicación a la vanguardia en proyectos con este formato, en lucha por un espacio para su difusión.
Spoiler:
Cuando la propuesta parece haberse estancado, vienen escenas desencantadas que realzan el proyecto.
Bien la justificación para no llamar al servicio de terapia sexual, como algo relacionado con los llamados Chichifos.
Hay casos que no terminan por embonar en un proyecto debidamente calculado.
Si el cine te hace de amplio criterio, las series televisivas bien producidas también pueden aportar la reflexión y que haya apertura de ideologías entre los televidentes.