16 de mayo de 2019
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de "Su mejor amiga" (2011), seguimos con el thriller basado en una especie de psicópata o enfermo mental que tras una presentación muy prometedora acaba haciéndole pasar las de Caían al protagonista. En este caso, los protagonistas, una joven pareja que se hace con una casa para alquilar. Pero lo más llamativo es que el malo es un okupa, al que no hay quién pueda echar. Yo pensaba que en los Estados Unidos eran bastante más expeditivos con este tipo de situaciones por eso de la defensa de la propiedad y de hecho estrictamente este problema lo terminan resolviendo pronto. Pero como parece, en todos lados cuecen habas.
En cualquier caso, la película tiene como dos partes desiguales. En realidad, va de más a menos. Durante sus primeros cincuenta minutos se genera intriga y hay algún momento angustioso básicamente por asqueroso por la presencia de cucarachas. Pero en los siguientes, el trabajo realizado se va al garete, con una ridícula inversión de roles, el acosador acosado, con un final desastroso, ¿Quiere matarlos o sólo jugar?, y sobre todo con una indeterminación en cuanto a las motivaciones del villano. ¿Cuál es su plan?, ¿Cómo ha conseguido ganar 250.000 dólares con otro "trabajo"? Al final parece que sólo pretende dar por saco. Decepcionante.
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