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Voto de Triplets:
10
8.2
12,713
Drama
En un pueblo minero de Gales viven los Morgan, todos ellos mineros y orgullosos de serlo y también de respetar las tradiciones y la unidad familiar. Sin embargo, la bajada de los salarios provocará un enfrentamiento entre el padre y los hijos; porque mientras éstos están convencidos de que la unión sindical de todos los trabajadores es la única solución para hacer frente a los patronos, el cabeza de familia, en cambio, no quiere ni ... [+]
7 de septiembre de 2007
35 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Qué difícil es tratar de expresar en palabras los sentimientos que brotan del corazón! ¡Qué difícil es tratar de comentar una película de Ford! Porque las películas del mítico director son tan sencillas y tan complejas a la vez como la vida misma. En esa aparente sencillez de su dirección se esconde la complejidad de la obra de un genio -el mayor, quizá- del séptimo arte.
Escribo estas líneas cuando hace más o menos un año que no veo "Qué verde era mi valle". Por eso, no recordando ya perfectamente todos los detalles, pero con la pátina de melancolía que produce el paso del tiempo, comentaré solamente una pequeña pincelada que quedó grabada en mi memoria para siempre.
Escribo estas líneas cuando hace más o menos un año que no veo "Qué verde era mi valle". Por eso, no recordando ya perfectamente todos los detalles, pero con la pátina de melancolía que produce el paso del tiempo, comentaré solamente una pequeña pincelada que quedó grabada en mi memoria para siempre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Hay una escena en esta película que me parece el mejor resumen de la obra de Ford. Es aquélla en la que hay que bajar a rescatar al padre de Huw a la mina. El boxeador casi ciego, en un acto de amor que refleja la amistad y la camaradería como Ford las entendía, se ofrece a bajar y pide al personaje interpretado por el extraordianario Barry Fitzgerald que lo acompañe y lo guíe. A lo que este último le responde que no bajará porque es un cobarde, pero que le guardará la chaqueta.
Evidentemente, la respuesta de Barry Fitzgerald -con ese glorioso toque de comedia tan propio de Ford- es reprobabale, pero un servidor, cuando ve y vuelve a ver la película, nunca se atreve a culpar al pequeño personaje, sino a comprenderlo. ¿Por qué? Porque es sincero, porque no busca excusas para no bajar. Reconoce que es un cobarde. Y por eso amo tanto a ese personaje como al boxeador que baja a la mina y se sacrifica.
Esa frase de Barry Fitzgerald -que fue añadida por Ford al guión- refleja la verdad del cine del viejo director, el cual, precisamente por ser un hombre tan contradictorio, logró insuflar a sus películas la melodía eterna de la sinceridad y de la vida.
Evidentemente, la respuesta de Barry Fitzgerald -con ese glorioso toque de comedia tan propio de Ford- es reprobabale, pero un servidor, cuando ve y vuelve a ver la película, nunca se atreve a culpar al pequeño personaje, sino a comprenderlo. ¿Por qué? Porque es sincero, porque no busca excusas para no bajar. Reconoce que es un cobarde. Y por eso amo tanto a ese personaje como al boxeador que baja a la mina y se sacrifica.
Esa frase de Barry Fitzgerald -que fue añadida por Ford al guión- refleja la verdad del cine del viejo director, el cual, precisamente por ser un hombre tan contradictorio, logró insuflar a sus películas la melodía eterna de la sinceridad y de la vida.