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Voto de aka IDIOT:
4
6.9
39,481
19 de febrero de 2008
13 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guardé mi orgullo y mis prejuicios en el bolsillo trasero y me senté encima de ellos a ver la película sin dejarlos escaparmi tras lo que sufrí con aquella adaptación de la novela de la Austen tan alabada por tanta gente, pero soporífera bajo mi percepción.
Y los debí de guardar bien, porque una vez pasados los primeros minutos reacciono favorablemente a las dobles historias y me creo a los personajes, incluso me creo a los actores, me dejo llevar y me gusta, al menos más de lo esperado, lo que veo en la pantalla. La película empieza a caminar con buen rumbo, con el único lastre de su pijería a las espaldas, cosa hasta cierto punto asumible conocidos los precedentes.
Me encuentro estupefacto, quizá la gente tenga razón, quizá Joe Wright haga buen cine, quizá sepa describir el romanticismo o el amor o la pasión como reza el subtítulo de la película. Además, esta vez ha tenido el detalle de no tocar demasiado el botoncito de W-T y ya no hace zoom sobre cualquier tontería, lo cual reduce considerablemente mi dolor de cabeza durante el visionado. Pero esa primera reacción dura pocos minutos, muy pocos minutos, incluso menos de los que la mayoría de la gente menciona y, de repente, el tedio me invade y la niña se hace tremendamente insufrible hasta llegar al punto de decir una memez por vez que abre la boca y cuando sale la Knightley te preguntas por qué una cara tan mona dice cosas tan estúpidas como "vuelve a mi" y el hombrecillo se convierte en un androide escapado de qué sé yo qué película de scifi barata a más no poder.
(me voy al spoiler sin contar demasiado por culpa de los caracteres)
Y los debí de guardar bien, porque una vez pasados los primeros minutos reacciono favorablemente a las dobles historias y me creo a los personajes, incluso me creo a los actores, me dejo llevar y me gusta, al menos más de lo esperado, lo que veo en la pantalla. La película empieza a caminar con buen rumbo, con el único lastre de su pijería a las espaldas, cosa hasta cierto punto asumible conocidos los precedentes.
Me encuentro estupefacto, quizá la gente tenga razón, quizá Joe Wright haga buen cine, quizá sepa describir el romanticismo o el amor o la pasión como reza el subtítulo de la película. Además, esta vez ha tenido el detalle de no tocar demasiado el botoncito de W-T y ya no hace zoom sobre cualquier tontería, lo cual reduce considerablemente mi dolor de cabeza durante el visionado. Pero esa primera reacción dura pocos minutos, muy pocos minutos, incluso menos de los que la mayoría de la gente menciona y, de repente, el tedio me invade y la niña se hace tremendamente insufrible hasta llegar al punto de decir una memez por vez que abre la boca y cuando sale la Knightley te preguntas por qué una cara tan mona dice cosas tan estúpidas como "vuelve a mi" y el hombrecillo se convierte en un androide escapado de qué sé yo qué película de scifi barata a más no poder.
(me voy al spoiler sin contar demasiado por culpa de los caracteres)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Llegado cierto momento los personajes dejan de ser unos niños en tamaño y, asombrosamente, desaparece todo rastro de los apenas 30 segundos de pasión que se intuyeron en sus ojos cuando la película no hacía más que empezar. Mi lucha contra el tedio que me sigue invadiendo se hace más y más difícil de ganar y ni la historia ni el modo de narrarla ayudan a levantar la situación. Mientras tanto, en mi cabeza surge la idea de dejar de intentar que me guste algo que no me entra, ni me cautiva ni nada de nada. Porque ya llega un momento en el que te preguntas dónde está el amor en la ya famosa frasecita del vuelve a mi, en dos personas que apenas se conocen y apenas han llegado a congeniar salvo por un error, dónde está el amor en la obstinación y la cabezonería; dónde está la credibilidad del testimonio de una niña frente al de un adulto (piedra angular de lo sucedido), dónde están esos interesantes personajes que parecían caminar con acierto por el comienzo de la cinta, dónde quedó su evolución, sus buenas maneras y su retrato bien dibujado.
Porque, señor Wright, no sabe contar mejor historias aquél que más original o académicamente mueve la cámara, no, ni aquél cuyos planos o fotografía quitan el aliento, tampoco. No se equivoque, sólo aquél que más ha visto, leído u oído, sólo aquel que disfruta escuchando y sintiendo emociones mientras escucha una historia, sólo aquel sabrá narrarla. Y si uno no tiene una historia que contar, si no tiene maneras de contarla, no tiene nada.
Porque, señor Wright, no sabe contar mejor historias aquél que más original o académicamente mueve la cámara, no, ni aquél cuyos planos o fotografía quitan el aliento, tampoco. No se equivoque, sólo aquél que más ha visto, leído u oído, sólo aquel que disfruta escuchando y sintiendo emociones mientras escucha una historia, sólo aquel sabrá narrarla. Y si uno no tiene una historia que contar, si no tiene maneras de contarla, no tiene nada.