Me encuentro a las 2.14 am de la noche escribiendo está opinión de inevitable publicación pues me siento estafado. Esta película, acreedora del favor de la crítica, me ha hecho perder 2 horas y media de mi vida intentando seguir un argumento plano desde el primer minuto al último. Conoces los problemas de la protagonista (muy guapa, por cierto) nada más empezar el filme y, dada mi naturaleza inquieta, angustiosamente he estado esperando a que estos citados problemas generen algún tipo de consecuencia. Iluso yo, pues este inconveniente no desaparece ni al final cuando, se supone, sufre el desengaño amoroso. Esto conlleva que la trama sea plana, carente de interés y, como ya he mencionado, profundamente larga.
spoiler:
Leo por aquí algunas opiniones que justifican esta irrelevancia debido a un intento de representar la generación millennial. Pues bien, tengo 24 años, no soy estrictamente un millennial pero me quedo cerca y conozco los por qués y los cómo de esta "generación perdida". Para empezar, en la película, quitando a la protagonista y a su apuesto acompañante, no se ahonda en la personalidad de ningún otro personaje por lo que me parece difícil creer que esta película intente reflejar una realidad "social" y, de ser así, me hubiese gustado que se ahondara en otros personajes, más que nada por representar las distintas perspectivas que esta generación Y pudiera tener. Desde luego, por tiempo no habrá sido. Reconozco la ausencia de responsabilidades, de preguntas y de planes de futuro entre los protagonistas ("-¿Tienes algún sueño? -Nadie me lo había preguntado"), mas creo que el reflejo de esta generación se queda, cuanto menos, cojo, al no aparecer en ningún momento las causas de ese hastío psicológico ni las consecuencias del mismo. Tan solo el reflejo jippi de cómo unos chavales jovenes viven este milleniallismo mal entendido. Y he de hacer una pausa en este punto puesto que, tal y como entiendo yo la generación millennial, esta surge de niños fruto de padres del baby boom de los '60 y los '70 quienes, al no tener a la familia como una prioridad, maleducan a sus hijos con los excesivos recursos que el desarrollo económico y cultural de esos años les permitió obtener. No creo que haya muchos millennials en el Bronx o en las fincas del sur de EEUU y, sin duda, la película cae en un error argumental enorme al presentarnos a la chica protagonista como una niña de 18 la cual cuida de dos niños que no son suyos y vive una relación tormentosa con un novio alcohólico el cual abusa de ella. Dudo que una persona con ese pasado se presente a los 18 años como una millennial. Creo que pretenden, como sucede en el resto de la peli, y sin éxito, buscar la lágrima fácil y basar en el drama la empatía, leve empatía, que desarrollas con los personajes.
Se presume de un realismo en esta cinta que no existe. Nadie compra una revista a un chaval drogado o borracho en mitad de una carretera. Un hombre que trabaje en un pozo petrolífero no se gasta 1000 dólares en tocarle la pepita a una prostituta. Y, para culminar, no comprendo como el novio de la chica puede adivinar donde estaba la casa de los texanos que la invitan a beber, como puede llegar casi al mismo tiempo que ellos sin disponer de coche y, sobretodo, ¿cómo es capaz de disparar con semejante acierto a los platos al mismo lado de los texanos si al principio de la película no sabia ni meter una bala en la recámara?
Me parece una oda al aburrimiento, al sopor y una defensa vacía, sin argumentos, de algo a lo que se le puede sacar mucho más jugo.
Unos jippis es lo que sois.