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Voto de Chagolate con churros:
7
Drama. Cine negro Después de cometer un atraco en el que su marido resulta muerto, Marie Ellen (Eleanor Parker), una joven de clase media, ingresa en la prisión del Estado. Tras ser sometida a un reconocimiento médico, se entera de que está embarazada. Tras dos semanas de depresión en la sala médica de aislamiento, Marie tiene una entrevista con Ruth Benton (Agnes Moorehead), una superintendente amable y humana que lucha contra los viejos métodos penales. (FILMAFFINITY) [+]
16 de diciembre de 2009
30 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película de Cronwell donde destaca Eleanor Parker y una muy eficiente fotografía. Adquiere fuerza, no en el drama en sí, sino en el cambio de registro que vamos experimentando junto a Marie Ellen (Eleanor Parker). Previsible pero pausado hasta una eclosión algo forzada. Existe algo místico en los primeros planos, buscados adrede para enfatizar en ese cambio del que antes hablaba. Pero incluso al final, cuando Marie Ellen ya está perdida, sigue la cámara de Cronwell mostrando el ángulo más agradable de la reclusa y consiguiendo, de tal guisa, la exculpación o quizá sólamente la justificación, del futuro devenir de Marie Ellen.

Como digo, gran  calidad de claro-oscuros del mejor blanco y negro que consiguen la creación de atmósfera. A mi juicio falla en los secundarios porque a excepción de Agnes Moorehead (la alcaide de la prisión) las demás damas se comportan siguiendo unos patrones archiconocidos de cualquier drama carcelario. Algo del que muy pocas películas pueden desprenderse (tampoco lo hace Darabont en Cadena perpetua): la reclusa buena, la mala, la peor (pero con algo de corazón cuando el guión lo necesita), el personal penitenciario corrupto, la celda de aislamiento, las peleas, las palizas, los suicidios, etc... Moorehead planta una batalla de gran altura interpretativa a Parker y crean algunos de los mejores momentos de la película.

Adquiere resonancia la existencia un toque femenino veraz, alejado de otras lineas donde en ambientes de tipología masculina la mujer se muestra embrutecida desvirtuando el resultado.

"Sin remisión" termina con un estupendo final. Primero por el uso circular que da Cronwell a la cinta (poniendo sobre el tapete un alejado pasado donde a estas alturas, lo de menos, es la falsa culpabilidad del reo) luego en el despacho con en una dialéctica tenebrosa (por el presente que aguarda) entre Marie Ellen y Ruth Benton (Agnes Moorehead). Y como colofón, con el seguimiento de Ellen hacia un lugar sin futuro.
Chagolate con churros
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