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Documental
Ceferino Carrión dejó España de polizón en un carguero. Cuando llegó a Los Angeles se llamaba Jean Leon, un hombre que se transformaba a sí mismo constantemente. ¿Quién fue él? ¿Fue un conductor de taxi o fue el camarero de confianza de Frank Sinatra? ¿propietario del mítico restaurante La Scala de Beverly Hills o quién dio de cenar a Marilyn Monroe en su último día? Su vida fue la propia del mundo de la ficción, y aquí nos la cuentan ... [+]
26 de septiembre de 2008
19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los últimos años, uno de los personajes que más curiosidad me ha despertado ha sido Ceferino Carrión aka Jean Leon. Creo que fue, gracias a un escueto artículo en un periódico en el que reseñaba un libro, la primera vez que oí hablar de Jean Leon, el maître de las estrellas.
No tardé en percatarme de que Jean Leon era una persona especial. De esas personas que sin saber muy bien cómo, acaban rodeados de un éxito que no consigue alejar su soledad. Suelen ser personas mitómanas, solitarias (a pesar de estar siempre rodeado de infinidad de gente), egocéntricas y sobre todo, nostálgicas.
Jean Leon es un caramelo de personaje pero Agustí Vila ha realizado un documental torpe, acelerado y sin sentimiento sobre la vida de Jean Leon. Es decir, si este documental hubiera sido sobre otro personaje que no me pareciera tan interesante, la nota sería mucho más baja.
Sebastián Moreno, publicó en el 2002 el libro “Jean Leon, el rey de Beverly Hills”. Este libro debería haber sido sacrosanto a la hora de hacer un documental. Pero las peripecias de Jean Leon, pasan a lo largo de los minutos, como meras anécdotas. No sólo no se ahonda en ellas, sino que en muchos casos, las deja relegadas a un segundo plano por descubrir el carácter (o ausencia de este) de afabilidad de nuestro maître.
Pero Vila no lo deja aquí, si bien su ligereza a la hora de contar ciertos pasajes (interesantísimos y de enorme repercusión, como por ejemplo, el robo de cepas de vid de la variedad Cabernet Sauvignon para ponerlas en España) es evidente, se atreve a rellenar metraje con un absurdo juego de interpretación por parte de una academia o Universidad (ni recuerdo, ni ganas de ello). Estos pasajes de la vida de Leon que son interpretados por unos actores en ciernes son completamente innecesarios. Es más, cuando todos en grupo discuten sobre la figura de Leon, me pregunto que motivo podrá defender Vila para que al espectador le sea más interesante esta patochada que la propia vida de Jean Leon.
Imposible defenderlo. Jean Leon, bien merece un acercamiento.
No tardé en percatarme de que Jean Leon era una persona especial. De esas personas que sin saber muy bien cómo, acaban rodeados de un éxito que no consigue alejar su soledad. Suelen ser personas mitómanas, solitarias (a pesar de estar siempre rodeado de infinidad de gente), egocéntricas y sobre todo, nostálgicas.
Jean Leon es un caramelo de personaje pero Agustí Vila ha realizado un documental torpe, acelerado y sin sentimiento sobre la vida de Jean Leon. Es decir, si este documental hubiera sido sobre otro personaje que no me pareciera tan interesante, la nota sería mucho más baja.
Sebastián Moreno, publicó en el 2002 el libro “Jean Leon, el rey de Beverly Hills”. Este libro debería haber sido sacrosanto a la hora de hacer un documental. Pero las peripecias de Jean Leon, pasan a lo largo de los minutos, como meras anécdotas. No sólo no se ahonda en ellas, sino que en muchos casos, las deja relegadas a un segundo plano por descubrir el carácter (o ausencia de este) de afabilidad de nuestro maître.
Pero Vila no lo deja aquí, si bien su ligereza a la hora de contar ciertos pasajes (interesantísimos y de enorme repercusión, como por ejemplo, el robo de cepas de vid de la variedad Cabernet Sauvignon para ponerlas en España) es evidente, se atreve a rellenar metraje con un absurdo juego de interpretación por parte de una academia o Universidad (ni recuerdo, ni ganas de ello). Estos pasajes de la vida de Leon que son interpretados por unos actores en ciernes son completamente innecesarios. Es más, cuando todos en grupo discuten sobre la figura de Leon, me pregunto que motivo podrá defender Vila para que al espectador le sea más interesante esta patochada que la propia vida de Jean Leon.
Imposible defenderlo. Jean Leon, bien merece un acercamiento.
