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Voto de Chagolate con churros:
7
5,8
13.931
Serie de TV. Animación. Aventuras. Fantástico. Infantil Serie de TV (1983-1985). 3 temporadas. 29 episodios. Serie de animación en torno a Henry, un niño de 13 años que encuentra un día en su casa una familia entera de extraños seres parecidos a los ratones. (FILMAFFINITY)
10 de mayo de 2008
19 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cabronazo de Sersolo me jodió la crítica. Me lo imagino sentado en su sofá de piel blanca con el portátil entre las piernas y FA abierto. Mirando las últimas novedades y con la crítica ya preparada. ¡Mamón! Cuando fui a colgar la mía allí estaba insultante la suya. Pensé en dejarlo. Entonces me acordé que las críticas también tienen sentimientos (Castigado, ese día te ganaste la cena). Así que aquí va:

Los veranos del ochenta pasarán a la historia por varias razones sumamente importantes, pero en lo que es mi vida, una de esas razones será el cine de barrio. Y no hablo de Parada y la televisión pública. En mi cine de barrio no había pianos, por no haber, no había ni proyectores. Al menos como se les conoce. Nuestro proyector era la tapa de una caja de zapatos con un agujero rectangular (ríanse del cinemascope) en medio. Y el celuloide, unas tiras de cartón donde a lo Disney dibujábamos las viñetas (ríanse de las viñetas dominicales de los periódicos nacionales). Con tesón, paciencia y mucha diversión cuatro pringadetes hacíamos nuestra propia versión de cada película que ponían en sesión doble en el vecino cine de verano. Un currazo señores, un currazo de los buenos. Cada día dos películas. Quizá el cartón no costaba su peso en oro, pero para cuatro infantes que cobraban tapones o chapas por la entrada, llegar al fin de mes era costoso (eso sí, teníamos la de dios es cristo en chapas). Nuestro estreno: “La mosca” todo un clásico en celuloide ¡y en cartón!

Creo que si una serie de dibujos te da las herramientas para que crees una vida llena de recuerdos como estos, merece mucho mi respeto y cariño. Quizá fuera este invento de los diminutos al que más jugo le sacamos (y chapas, claro) pero cada entrega era una idea fascinante con la que pasar el rato. Quizá sólo lo veíamos para creernos mejor que el tipo de bricomanía (que con cuatro tuercas y algo de césped crea un campo de fútbol), pero gracias a “Los diminutos” hemos volado cometas, hemos hecho cine, nos hemos comunicado por someros walkie-talkies y sobre todo aprendimos a ser niños y jugar con nuestra imaginación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chagolate con churros
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